Coincidiendo con la festividad del Día de Todos los Santos vamos a enseñaros uno de los cementerios más peculiares de la geografía española. Se encuentra en Sayalonga y destaca por su llamativo aspecto circular. Un conjunto de iglesias, callejones singulares, miradores únicos y fuentes encantadoras completan la oferta turística de este pueblo malagueño, marcado por su pasado árabe.
Sayalonga está en la comarca de la Axarquía, en el este de la provincia de Málaga. Se halla en las faldas de Sierra Tejeda y Sierra Almijara. Dentro de su término municipal también se encuentra la pedanía de Corumbela, que cuenta con una población cercana a los 300 habitantes.
Pocos datos documentales nos permiten seguir el rastro histórico de la villa de Sayalonga, pero puede asegurarse que su origen se debe al crecimiento de una primera alquería durante el período de dominación musulmán.
Su pasado árabe se constata en el actual núcleo urbano, configurado en torno a calles y callejuelas estrechas, con fuertes pendientes y edificios de fachadas blancas decorados con flores.
Sayalonga es particularmente conocido por su Cementerio Redondo. Su diseño circular, junto a la estructura abovedada de los nichos, le confieren un curioso aspecto. El recinto es uno de los principales reclamos turísticos de la Axarquía, con más de 3.000 visitantes al año.
Se construyó durante la primera mitad del siglo XIX. El camposanto se levantó siguiendo las directrices de una ley aprobada durante el reinado de Carlos III según la cual, por motivos de higiene, estos establecimientos debían alojarse en los extramuros de las ciudades y de los núcleos de población.
No se conoce con exactitud el motivo de su forma circular, pero se han planteado tres interpretaciones. La primera explicación es que el cementerio se adaptó al espacio que había disponible por aquel entonces. Otra teoría es que trató de imitar al camposanto predecesor ubicado en el patio de la Iglesia de Santa Catalina, siendo este templo visible en el actual emplazamiento. La tercera hipótesis propone que su aspecto circular se debe a la intención de que los difuntos no se dieran la espalda entre sí.
Justo a la entrada del recinto se localiza el Centro de Interpretación del Cementerio Redondo, que trata de explicar su forma y sus orígenes. Cuenta con un expositor que muestra una colección de piezas de gran valor histórico. Además, la sala contiene multitud de fotografías y textos explicativos.
En pleno centro histórico de la localidad, en la Plaza de la Constitución, se alza la Iglesia de Santa Catalina. Fue construida en el siglo XVI sobre lo que había sido una antigua mezquita. Es de estilo mudéjar, destacando su torre con forma octogonal.
Junto a las escaleras que dan acceso a la iglesia también podemos encontrar la Ermita de San Cayetano. Se trata de una pequeña construcción erigida en el siglo XVI. En el interior está la imagen de San Cayetano, una escultura del siglo XVIII de gran valor histórico.
En una de las muchas callejuelas que entrecruzan la Plaza de la Constitución aparece el Callejón de la Alcuza, uno de los mayores ejemplos del pasado árabe de Sayalonga. Este callejón es el más estrecho de la comarca, con un tramo de apenas 56 centímetros de ancho. El firme ha sido reformado recientemente con piedras vistas para dar un aspecto más característico y trasladar al visitante a los tiempos antepasados.
La cultura tiene su espacio en el Museo Morisco de Sayalonga. El centro exhibe la arquitectura, folclore, gastronomía y costumbres de los moriscos en la zona de la Axarquía, así como los diferentes conflictos bélicos que protagonizaron y su posterior destierro.
El municipio cuenta con muchas fuentes repartidas por su casco urbano. La Fuente del Níspero rinde homenaje a este fruto tan característico del pueblo, que le dedica una fiesta el primer domingo de mayo. La Fuente del Cid es la que tiene mayor valor histórico, ya que fue construida en la época musulmana para abastecer de agua potable a la población. Se cree que el memorable Cid Campeador bebió agua de esta fuente en una de sus visitas por la zona.
En la vecina pedanía de Corumbela destaca la Iglesia de San Pedro, construida sobre una antigua mezquita de la que se conserva el Alminar Mudéjar adosado a la misma. El alminar se levantó en el siglo XIV, con un estilo similar a los fabricados en Árchez o Salares. Se encuentra en perfecto estado de conservación tras una reciente restauración.
Otro gran atractivo es la Ruta de los Murales, que se reparte a lo largo de todo el término municipal. A través de dibujos y pequeños textos, los murales dan información sobre la historia de Sayalonga, Corumbela y los pueblos de la época morisca que desaparecieron al ser desterrados sus habitantes. En total hay 13 murales, 11 en Sayalonga y dos en Corumbela.
También podremos hacer la Ruta de los Miradores Turísticos, donde comprobaremos la poca distancia que separa al mar de las cumbres de Sierra Tejeda y Almijara. Aunque cada uno tiene su encanto y singularidad, podemos señalar el Mirador del Cementerio y el Mirador de la Era.
Finalizamos nuestra estancia en Sayalonga en mitad de la naturaleza. El relieve accidentado de la localidad nos ofrece una variada red de rutas de senderismo, con distintos niveles de dificultad para adaptarse a la capacidad física de cada senderista.
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