No estábamos locos, sabíamos lo que queríamos: comernos El Desafío del Buda

«No estamos locos y sabemos lo que queremos», decía la canción de Ketama. Pues bien un grupo de amigos llamados ¿Estamos locos?, participaron el pasado domingo en El Desafío del Buda, la prueba de MTB que recorría en 360 grados la Axarquía, y todos, los 17 «locos» acabaron la prueba, algo que no pueden decir todos los que salieron desde Torre del Mar. 

Y es que los 67 kilómetros fueron de una máxima exigencia, por todo. Porque había que estar física y mentalmente preparados para sufrir y no desvanecer, además que cada tramo tenía dificultades, algunas con unas rampas de vértigo, que añadido al calor hizo que la prueba fuese brutal para todos. Para los que iban a buscar entrar en el pelotón de cabeza, otros que querían ponerse a prueba y acabar con buenas sensaciones, y otros que se conformaba con acabar, que no era poco. Todo ello con un desnivel positivo de ascenso de 2.007 metros, una barbaridad. 
Donde empieza la historia de los Estamos locos?, pues lo hacía el año pasado, cuando muchos de ellos hicieron el Buda de 2018, y todos se quedaron con ganas de más, y a ese grupo se iba a unir otros que no habían debutado en esta prueba de bicicleta de montaña que este año cumplía su edición número 12. En el grupo ciclistas de todas las edades de «veintialgo», hasta algunos de cincuentaypoco». Todos unidos por una pasión, la bicicleta y un reto, hacer El Buda y no morir en el intento.



Cualquier reto no se consigue fácil, además lo que se logra con esfuerzo se valora más. Y todos estaban dispuestos a echar horas y horas de entrenamiento para que El Buda fuese una realidad. Los grupos de whatsapp son útiles para algunos temas, y para entrenar era ideal. Cada uno exponía sus horas, el tiempo que disponía y ya se iban haciendo los grupos para entrenar. Todos sumaba, hacer dos horas de llaneo, tres horas de montaña, e incluso a veces ponerse la zapatilla de correr y hacer unos kilómetros. Lo importante, que el cuerpo se preparase a una exigencia máxima, donde los pulmones, corazón, piernas y por supuesto cabeza iban a ponerse a prueba.

Nos enteramos, del recorrido, y los entrenamientos empiezan a ser cada vez más fuertes y más concretos para reconocer los caminos que se pierden por los municipios de Vélez, Canillas de Aceituno, Viñuela, Benamocarra…., por cierto gracias Jesús Santamaría por tus consejos y guiarnos por las rutas. 

Los domingos y casi de noche al salir sin salir el sol, para que no nos coja el calor, son días de mayores quedadas, a veces salimos tres, cuatro, cinco…o incluso quedadas numerosas para reconocer parte de las trialeras, carriles y caminos que el Club Ciclista Veleño han preparado con tanto esmero.

Aquí hay que acordarse de la familia, a la que se le ha robado tiempo para entrenar, porque todos tenemos nuestro trabajo, y familia, que saben que era oir la palabra Buda, y ponernos firme, tanto para prepararlo como para saber que este año hay que acabar con buenas sensaciones. 

Cada uno tiene su ritmo, en los entrenos se ve quién pueda hacer tal o cual tiempo. Por eso, y para que no haya ningún lastre, el gran capitán, Marcelino España «Marce», nos lleva por el buen camino, nunca mejor dicho, para que sacar el mayor provecho a los entrenamientos. Y tres días antes se decide que nadie puede caminar solo, como el slogan del Liverpool.

Eso lo llevamos grabado a fuego, y con la equipación que pueden ver en las fotos, los deberes están hecho. Temores, muchos, pero esos no iban a poder con nuestra hambre de devorar los kilómetros. Algunos apenas duermen el día antes, otros no saben que comer, otros piensan que no van a poder acabarlo, temores lógicos, pero que se irán diluyendo.

Como se suele decir, el buen rollo, la sintonía perfecta entre todos los «locos» es plena y las sensaciones son sobresalientes. Llegó el día, es de noche, y todos vamos llegando y por supuesto haciéndonos las fotos de rigor, son momentos de sonrisas y de ánimos, porque acuden a la salida otros locos y locas que por distintos motivos no van a poder hacer la competición.

Pero agradecemos a todos, Manolo, Pedro, Mari Paz,  Fali Sofia, Loli, Manoli, su presencia, su jaleo, sus gritos de apoyo por muchos caminos..hay cosas que no tienen precios, y el apoyo es una de esas cosas. 

Y a las 9.30 comienza todo, por delante sabemos los kilómetros, conocemos que el esfuerzo será bestial, pero no podemos saber cuanto tiempo podemos invertir en esos 67 kilómetros, que algunos se hacen eternos, cuando la bicicleta se queda sin platos y sin piñones, porque la subida no es dura, sino que entra ganas de bajarse de la bici, y decir hasta aquí hemos llegado. 

Pero ahí es donde aparece el alma de este grupo, el no desfallecer y después nos íbamos a enterar que todos, todos y todos llegamos a línea de meta, que es para sentirse orgulloso, porque más de un centenar abandonaron. Y como se había planeado, todos caminamos acompañados, grupos de dos, de tres, de cuatro y de hasta cinco.

Y no se crean que no tuvimos incidencia, claro que sí. Caídas, problemas mecánicos, calambres o calambrazos, pero siempre había otro loquito cerca para animarte, para ayudarte, para llevarte en volandas, porque como íbamos diciendo durante todo el camino, esto lo terminamos sí o sí. Y claro, la calor, las dichosas cuestas de los c….quieren poder más que tú, pero eso estaba en el guión.

Era una guerra donde la física y la fuerza mental tenía que aparecer, y es que el último grupo estuvo más de 7 horas encima de la bici, y claro otros hicieron tiempos de auténtico profesional. Y si algo me siento orgulloso de este grupo de Locos, es que por el camino no solo nos preocupamos por nosotros, sino que asistimos a algún que otro que le dio «un amarillo», otro que se quedaba solo con calambres y lo unimos al nuestro, ayuda mecánica.

Y no podemos olvidarnos a toda esa gente que nos repusieron anímicamente y nos reconfortaron con mangos, naranjas, platano, fruto secos, dulces y líquido mucho líquido, porque el calor alcanzó temperaturas no muy aptas para el deporte, pero claro esta vez las horas centrales del día no dieron en toda la boca. Y llegó lo mejor, alcanzar la meta.

Allí a cada uno le esperaba alguien para darle ese beso, ese abrazo y ese aplauso que se agradece de corazón. Y como al principio había que inmortalizar el momento con decenas de fotos y aunque parezca mentira, pensar en el Buda 2020, estamos o no estamos locos????. Por cierto, esta película de deporte, suspense, comedia, y casi de ciencia ficción ha estado protagonizada, créditos por orden alfabético:  Andrés, Alfred, Antonio, Akash, Ariel, Carlos,  Elías, Fali Litri, Franco, Juan Carlos, Marce, Manu,  Miguel, Miguel Ángel, Pablo, Rafa y Ramón Padi. THE END…Continuará . 

 




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Algarrobo, luz tierra y mar

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