Alexéi Navalni, de 44 años, fue detenido el pasado 17 de enero al regresar a casa desde Alemania, donde pasó cinco meses convaleciente tras sufrir un envenenamiento por un agente nervioso.
Un total de 4.370 personas han sido detenidas durante las manifestaciones para exigir la liberación del opositor ruso Alexéi Navalni celebradas este domingo en las principales ciudades rusas, según el recuento de la organización civil OVD. Navalni fue arrestado hace dos semanas tras regresar de Alemania, donde pasó cinco meses convaleciente tras sufrir un envenenamiento.
La ciudad en la que se han producido más arrestos es Moscú, donde OVD contabiliza 1.357 detenciones, seguida de San Petersburgo, donde han sido arrestadas 950 personas; Krasnoyarsk, con 194; Nizhni Novgorod, con 160; Tver, con 124; Vladivostok, con 122 detenidos; Novosibirsk, con 103 detenciones. Había manifestaciones convocadas en más de un centenar de ciudades, según el equipo de Navalni.
La defensora del Pueblo de Moscú, Tatiana Potiaeva, ha confirmado por el momento 120 arrestos y ha destacado que todo el mundo tiene derecho a expresar libremente su opinión, aunque «todo lo que está fuera de la ley es contraproducente».
En Moscú, la Policía antidisturbios ha cerrado el centro de la capital con vallas para evitar la principal concentración de apoyo a Navalni. Toda la zona del Kremlin está vedada y hay siete estaciones de metro cerradas, según ha informado el Departamento de Transporte de Moscú en su canal de Telegram.
El objetivo era alcanzar la sede del Servicio Federal de Seguridad ruso, a quien Navalni acusó de orquestar su intento de asesinato el pasado mes de agosto con el agente nervioso Novichok
La acción policial ha llevado a los organizadores a señalar a los simpatizantes nuevos puntos de encuentro. En este sentido, cientos de personas se han concentrado en la estación de Krasnye Vorota, donde los efectivos de la Policía han disuelto la protesta.
Antes de la intervención policial los manifestantes han coreado consignas como «Rusia sin (el presidente Vladimir) Putin», «Libertad para los presos políticos» o «Rusia será libre» entre los sonidos de claxon de los automovilistas que expresaban así su apoyo.
Igualmente ha habido concentraciones en el Anillo de Jardines y en la avenida Académico Sajarov, punto habitual de las concentraciones de la oposición y que lleva el nombre de Andrei Sajarov, activista en favor de los derechos civiles y Nobel de la Paz durante la época soviética.
Entre los detenidos en Moscú está Yulia Navalnaya, esposa del opositor Navalni, arrestada poco después de publicar una foto suya en Instagram en una calle de la capital. Hace una semana la propia Navalnaya fue detenida en otra protesta a favor de su marido.
Protesta no autorizada
El departamento de Interior de Moscú ha informado de unos 2.000 manifestantes. «Un acto público no autorizado ha tenido lugar en la ciudad de Moscú, en el que, para las 14.30 horas, han participado alrededor de 2.000 personas, incluidos representantes de medios de comunicación», explica, según recoge la agencia de noticias oficial, Sputnik.
Según las autoridades moscovitas, unos 600 participantes intentaron caminar de manera coordinada por las aceras de varias calles de la ciudad. «La Policía, en cooperación con otras agencias de seguridad, sigue velando por el orden público en la ciudad», ha indicado.
En San Petersburgo, donde se han producido 467 detenciones, la Policía habría empleado gas lacrimógeno y pistolas táser contra los manifestantes. Gran parte del centro de la ciudad estaba igualmente vallada.
En respuesta a las detenciones, el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, ha condenado la dureza de la intervención policial. «Estados Unidos condena el uso persistente de tácticas duras contra manifestantes pacíficos y periodistas por parte de las autoridades rusas por segunda semana consecutiva», ha apuntado Blinken en Twitter.
«Insistimos en pedir a Rusia la liberación de los detenidos por ejercer sus Derechos Humanos, incluido Alexéi Navalni», ha añadido el nuevo jefe de la Diplomacia estadounidense.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha emplazado a Washington a cesar en su «burda injerencia en los asuntos internos de Rusia» y ha criticado la «promoción de desinformación y los llamamientos a acciones no autorizadas por parte de las plataformas digitales controladas por Washington».
«No hay dudas de que las acciones destinadas a alentar las protestas son parte de la estrategia de contención contra Rusia», ha subrayado el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
Navalni, de 44 años, fue detenido el 17 de enero al regresar a casa desde Alemania, donde se recuperó de un envenenamiento por un agente nervioso casi fatal que él y Occidente atribuyeron al servicio secreto de Putin. El pasado jueves un tribunal confirmó la prisión preventiva de 30 días y rechazó así el recurso de los abogados de Navalni, que pedían su libertad.
Su encarcelamiento provocó llamamientos de la comunidad internacional para su liberación inmediata, incluida una apelación esta semana en una llamada telefónica del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El pasado fin de semana, manifestaciones a nivel nacional pidieron la liberación del político ruso y, según las estimaciones de OVD, unas 3.700 personas fueron detenidas el sábado en distintos puntos de Rusia, entre ellas más de 1.400 en Moscú y más de 550 en San Petersburgo. Más de 40 policías resultaron heridos en estas protestas, que carecían de permiso oficial.
Putin ha rechazado cualquier responsabilidad de las autoridades rusas en el supuesto envenenamiento sufrido por Navalni y ha apelado al «marco de la ley» para la convocatoria de cualquier movilización a favor del opositor en el país euroasiático.