Los sospechosos estarían tras las barricadas del pasado 27 de mayo, junto al estadio de La Rosaleda.
Agentes de la Policía Nacional han detenido a otros cinco aficionados radicales en relación con los disturbios producidos al término del partido de fútbol Málaga-Ibiza, en la última jornada de la Liga Smartbank. Ya son 18 los arrestados -en una primera fase de la operación fueron detenidas 13 personas- por su presunta implicación en los delitos de desórdenes públicos, daños y atentado a agentes de la autoridad. Los sospechosos estarían tras las barricadas del pasado 27 de mayo, junto al estadio de La Rosaleda, en las que se produjo el volcado de contenedores y el incendio de uno de ellos, entre otros incidentes.
La Brigada Provincial de Información en Málaga abrió una investigación, en el marco de la denominada operación “Pescador”, al fin de identificar y detener a los responsables de los altercados. Hasta la fecha, ya han sido detenidos 18 integrantes de la Grada de Animación por su participación en los hechos.
Síntesis de los graves altercados
A la finalización del partido de fútbol, una marea de radicales se concentraba en el exterior del estadio, junto a la grada de Fondo, esperando la salida de jugadores y directiva del club andaluz, al objeto de recriminarles el descenso de categoría del equipo.
Los aficionados ultras tendrían la intención de cortar la única vía de salida por carretera desde el parking interior del estadio a la avenida de La Palmilla, y así impedir la marcha del equipo. En ese contexto, los radicales formaron una barricada, volcando contenedores e incendiando uno de ellos.
También perpetraron el vuelco de una motocicleta de la Policía Local y el lanzamiento de piedras y vallas contra efectivos de la Unidad de Intervención Policial -UIP- de la Policía Nacional, que efectuaron disparos al aire -“salvas”- para disuadir a la masa, frustrando los planes de los alborotadores. No hubo cargas policiales.
Los altercados al final del partido demoraron una hora aproximadamente la salida de jugadores y directiva del club local.
Previamente, justo tras el pitido del árbitro que marcaba el final del encuentro, aficionados de corte radical ubicados en la Grada de Animación no abandonaron el graderío y, al menos durante una media hora, estuvieron incitando a la invasión de campo con reiterados cánticos dirigidos a la masa.
Y en los prolegómenos del partido, grupos radicales se concentraron en una de las puertas del estadio por el que accedían los directivos del club y las autoridades para increparlos.