La interpretación realizada por el Ministerio de Industria autoriza a los ciudadanos a desplazarse a un establecimiento a comprar comida preparada, cuando el mensaje inicial era que solo se enviaba a domicilio, informa Diario Sur.
Si algo sembró el estado de alarma fue, además de la lógica inquietud por el confinamiento, un reguero de preguntas sobre su aplicación. Desde entonces, el Gobierno ha tratado de interpretar, por diferentes medios y canales, las restricciones que impone el real decreto, que a día de hoy sigue generando algunas dudas tanto a los ciudadanos como a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad encargados de velar por su cumplimiento.
El 19 de marzo, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo atendió -el documento es público y está en su página web- algunas de las preguntas más frecuentes. Las respuestas, que algunos mandos policiales han hecho llegar esta semana a sus agentes para que interpreten correctamente el real decreto a la hora de sancionar, amplían el margen de movilidad, por ejemplo, para ir a recoger comida preparada a un establecimiento, y no solo a domicilio.
Son dos las preguntas clave a las que responde el Gobierno y que afectan a muchos negocios de restauración, hostelería y, sobre todo, comida preparada:
-Pregunta: ¿Los restaurantes, cafeterías pueden vender comida para llevar, pero sólo servicio a domicilio?
-Respuesta: «Las actividades de hostelería y restauración pueden prestarse exclusivamente mediante servicio de entrega a domicilio, en virtud del artículo 10.4. también podrán hacer entrega en el propio establecimiento garantizando las medidas recomendadas de distancia e higiene«.
Es decir, solo podrán mantener la actividad los bares y restaurantes que preparen comida para enviarla a domicilio, aunque la interpretación de la norma que hacen en el Ministerio de Industrial también permite que un ciudadano se desplace al local a recoger dicha comida, lo que supone un criterio menos restrictivo en la libertad de movimientos.
-P: ¿Los establecimientos de comida preparada (que no tienen epígrafe en la CNAE, Clasificación Nacional de Actividades Económicas) pueden despacharla en el mismo local, pero cumpliendo requisitos de no aglomeración, respetando el metro de distancia (de forma orientativa, 4 clientes por cada 10 m2 de superficie)?
-R: «Según el artículo 10.1 y 10.2, se permite el comercio minorista de alimentación (sin especificar tipos o preparación de los alimentos), evitando aglomeraciones y manteniendo la distancia de seguridad entre consumidores y empleados de, al menos, un metro«.
Es decir, los asadores de pollos o pizzerías, por ejemplo, pueden abrir y atender a sus clientes siempre que respeten dicha distancia. «Lo mismo ocurría con un bar o restaurante que, teniendo servicio a domicilio, sirva chocolate y churros para llevar«, comenta una fuente policial, que asegura que esta interpretación de la norma es menos restrictiva. Pero ninguno de ellos puede atender en las mesas ni que sus clientes se sienten a consumir los alimentos que compren.
Según ha podido constatar SUR, esas respuestas se han hecho llegar esta semana a los agentes que patrullan las calles y que vigilan el cumplimiento del estado de alarma. Fuentes policiales aseguraron que la principal controversia en Málaga había surgido estos días en el caso de los asadores de pollos, a los que, tras un periodo inicial de dudas sobre la interpretación del real decreto, se les permite abrir, «aunque la inmensa mayoría de ellos ha cerrado voluntariamente». De hecho, las distintas fuentes policiales consultadas se felicitaron de que la ciudadanía ha ido incluso por delante de las restricciones que ha impuesto el Gobierno.
No obstante, existe cierto clamor popular, que se percibe sobre todo en las redes sociales (la principal ventana para pulsar la opinión de la ciudadanía en esta época de aislamiento), a aumentar el nivel de confinamiento y cierre de negocios, dado el avance de la pandemia en España y curva de contagiados y fallecidos, que podría llevar al Gobierno a endurecer las restricción de movimientos y limitar aún más la actividad económica en el país.
