Esto es lo que determina el informe que Osakidetza (Sanidad pública del País Vasco) ha entregado a las familias.
Un «error farmacológico» ha provocado la muerte de una bebé prematura el pasado enero mientras que otra ha sufrido secuelas en el Hospital Donostia de San Sebastián.
Según informa 20 minutos, esto es lo que determina el informe que Osakidetza ha entregado a las familias, a las bebés se les suministró el anestésico Propofol en vez del suero alimenticio Smoflipid durante al menos dos días.
Las bebés, que pesaban 600 y 800 gramos al nacer, se encontraban en la incubadora de la Unidad de Neonatos del hospital cuando su estado de salud empezó a empeorar. Tras darse cuenta del error, se interrumpió el suministro y se le notificó los hechos a ambas familias.
No obstante, tres días después de detectar el fallo, una de las bebés prematuras, la que pesaba 600 gramos, falleció. Los análisis de sangre realizados mostraron las grandes cantidades de Propofol que tenía la pequeña. La otra bebé, de 800 gramos, tuvo que someterse a varias operaciones y tras el error del hospital necesita una sonda permanente con oxígeno.
Según ha declarado el abogado que representa a los padres de las dos bebés, el fallo es «absolutamente injustificable», ya que el Propofol «tiene un circuito especial para su dispensación y debe ser autorizado por un anestesista». Por este motivo, los familiares reclaman indemnizacioones de 150.000 euros para cada uno de los padres de la bebé fallecida, así como 60.000 euros para la madre de la bebé superviviente, para quien también han pedido otra indemnización de 400.000 euros.