Además de él, Manuel Díaz también estuvo acompañado de su mujer, Virginia Troconis, y su hija, Alba Díaz, fruto de su relación con Vicky Martín Berrocal, que le ha dedicado unas bonitas palabras: «Hoy no es un día más en tu vida y por eso no lo es en la mía. 30 años han pasado desde que tomaste la alternativa, pero media vida viviendo por y para tu profesión. Hoy dices adiós a un etapa que te dio todo lo que eres y conociéndote, sé que no te será fácil, pero me llena de emoción saber que estás rodeado por los que más quieres y tienes a tu padre contigo», ha escrito la diseñadora.

El Cordobés (Madrid, 1968) heredó de su padre el nombre artístico después de una larga lucha para lograr que le reconociera como hijo, lo que ocurrió en mayo de 2016 por dictamen de la Audiencia Provincial de Córdoba.

Manuel Díaz tomó la alternativa en Sevilla el 11 de abril de 1993 de manos de Curro Romero y en presencia de Espartaco, y un mes después, el 20 de mayo de ese mismo año, la confirmó en Madrid con Armillita Chico y Fernando Lozano de padrino y testigo, respectivamente.

Desde aquel entonces comenzó una carrera en la que el nuevo Cordobés llegó a convertirse en uno de los grandes toreros mediáticos del toreo actual, con un gran tirón en las taquillas gracias a su simpatía y su carisma dentro y fuera de los ruedos, y famoso por su desparpajo delante de los toros y por, incluso, imitar gestos de su padre como el famoso ‘salto de la rana’.

Con Rivera Ordóñez y El Fandi conformó una de las ternas que más gente ha llevado a las plazas en las últimas décadas, de ahí que los empresarios siempre hayan buscado cerrar ese cartel para alguno de los festejos de sus ferias taurinas.

Su presencia en las páginas de la prensa rosa también le otorgó más fama si cabe, como también sus apariciones esporádicas en programas de televisión como MasterChef A bailar, pero nunca llegó a abandonar su verdadera pasión, el toreo, aunque este domingo colgará definitivamente el traje de luces, poniendo así fin a una carrera plagada de éxitos.