Según cuenta EL Confidencial, Google acaba de anunciar que ha creado su primera empresa de ciberseguridad en el mundo, Chronicle. Y al mando de ella se encuentra el veleño Bernardo Quintero. El nuevo CEO de Chronicle, Stephen Gillett, público un post donde nombra a la cúpula del invento y ahí está Bernardo, uno de los cuatro mandamases que ni en la cima del mundo suelta a su Virus Total, el único producto que se menciona en la nota.
El producto de seguridad posiblemente más rentable de Google se «fabrica» desde entonces en un chalet con futbolín, jardín, barbacoa e impresionantes vistas sobre la bahía de Málaga. Muy pocos mortales han podido pisarlo y pocos también son los que trabajan ahí, no más de seis. Bernardo Quintero prioriza, ante todo, el proyecto y así vemos que ni en Chronicle se permite ningún otro cargo, a diferencia de sus compañeros, que el de Fundador de Virus Total
VirusTotal es un servicio al que el usuario o usuaria puede mandar un documento o correo o página web o pdf sospechosos de que haya en ellos un virus. Un montón de antivirus lo analizarán y le ofrecerán gratuitamente el resultado. A cambio, VirusTotal almacena los virus encontrados, que pasan a formar parte de su base de datos de inteligencia. Preciosa inteligencia que procesa diariamente unos 500.000 nuevos potenciales virus no analizados antes por nadie y que comparte con las casas de antivirus y otras empresas de seguridad informática, las cuales pueden así protegerse, en un ciclo casi perfecto que permite diferentes formas de monetización de todos estos datos.
La sencillez básica del concepto de VirusTotal, la compartición del conocimiento ofreciendo a la vez un servicio a la comunidad es pura ética ‘hacker’, además de uno de los mejores negocios de Google. Por eso no es extraño que cuando el buscador decide meterse en el mercado de la ciberseguridad empresarial, con el lanzamiento de Chronicle, el único nombre de referencia que se dé en la presentación sea VirusTotal porque, leyendo la descripción de qué quiere hacer Chronicle, la impresión es de una gran plataforma al estilo VirusTotal pero no solo para código malicioso, sino para todo tipo de datos de inteligencia en ciberseguridad. Quintero aclara que el nacimiento de esta empresa representará pocos cambios para VirusTotal, cuyos servicios no se verán afectados y «mantendrá la misma misión con la que nació: mejorar la seguridad a nivel global, tanto del usuario final como de las grandes corporaciones».
Una práctica que no fue fácil pues VirusTotal nacía como proyecto de la empresa Hispasec, que le estuvo dando sustento en los años que no era rentable más que en la fe de sus socios. No es casualidad que la página principal de VirusTotal recuerde a la simplicidad de Google: Quintero ha explicado públicamente que a partir de 2009, cuando el invento empezó a funcionar y la facturación de VirusTotal ya se doblaba anualmente, decidió que el único camino era que Google les comprase, consiguiendo así el público del gigante y su conocimiento interno, además de una gran cantidad de dinero por la compra, que Quintero jamás ha desvelado.
La estrategia fue copiar la interfaz y los términos de uso y servicio, así como desarrollar aplicaciones para Android y migrar los servidores a Google. Además, Quintero buscó contactos dentro de la empresa y los mimó, escribiéndoles para contarles todas las novedades de VirusTotal. Google se hizo cliente del servicio hasta que, en 2011, a raíz del peor ataque conocido a la empresa norteamericana RSA, información captada en VirusTotal aportó mucho conocimiento sobre el modus operandi de los atacantes y llamó la atención de los militares, que intentaron comprar VirusTotal.
