El pasado 1 de octubre y organizado por la ONG Abay, Frigiliana acogía por segundo año consecutivo un paseo solidario cuya recaudación iría destinada a paliar las necesidades educativas de la zona etíope de Walmara. La iniciativa, que en 2016 ya convirtió a nuestro pueblo en el que más fondos recaudó por número de habitantes de todas las sedes participantes, volvió a ser un éxito de participación, consiguiendo una recaudación final de alrededor de 2000€. Sin embargo este 2017 ha sido especial pues un vecino de Frigiliana, Alfredo Raya, ha estado trabajando físicamente en la zona en la que se invertirá lo recaudado.
Entre el 29 de septiembre y el 8 de octubre Alfredo, miembro de Abay, ha vivido de primera de mano las necesidades de la población etíope, muy especialmente la infantil, que es sobre la que actúa principalmente la ONG, dedicando buena parte de sus esfuerzos humanos y económicos en conseguir que estos niños sean escolarizados en las mejores condiciones posibles.
El sentimiento de colaboración con los niños más necesitados se hizo especialmente patente en Alfredo cuando culminaba sus estudios de Educación infantil en Granada gracias a la asignatura «educación para la paz», que fue la semilla que terminó dando como fruto su colaboración activa con Abay Etiopía.
Durante su estancia en Walmara Alfredo ha formado parte de las «aulas canguro» , que dan cabida a niños de entre 3 y 5 años, así como a las «aulas de enlace», que son las que sirven de transición entre las de educación infantil y la población de Bachoo.
El trabajo de Alfredo ha estado orientado principalmente a dar pautas de actuación a los maestros, de forma que se les ha puesto al día en juegos y actividades a realizar con los pequeños para hacer las horas lectivas más amenas, diversificando la forma en la que se venían dando las clases hasta ahora.
Además del asesoramiento de los profesores Alfredo también ha compartido tiempo con los niños etiópes, principalmente con la clase de 5 años, con los que ha realizado actividades de la más diversa índole así como escuelas deportivas de voleyball o fútbol.
Lo recaudado con el paseo solidario 2017 irá destinado a la construcción de un colegio público en Bachoo, estando proyectadas dos aularios con 8 clases en total, que darán cabida a los niños de todas las edades de la zona. En este sentido hay que recordar que además de su trabajo desinteresado sobre el terreno, Alfredo se llevó a Walmara varias maletas cargadas de solidaridad de Frigiliana, con ropa de bebé, material escolar, mochilas, tableros y piezas de ajedrez, el cual había sido recolectado en nuestro municipio en las semanas previas y que se obtuvo gracias a la solidaridad de vecinos y asociaciones que apoyaron sin fisuras este proyecto.
Las necesidades de esta zona etíope, muy especialmente en lo relativo a la población infantil, siguen siendo muy elevadas, por lo que Alfredo no descarta volver próximamente, cuando su trabajo en Frigiliana se lo permita y es que, según sus palabras, ha sido muy gratificante y satisfactorio poder contribuir con su ayuda a mejorar aunque sea mínimamente, las condiciones de vida de estos niños. Debemos recordar que en Walmara la pobreza es el paisaje habitual, sin carreteras, agua corriente o electricidad.
El trabajo de Abay en esta zona llega a todos los kebeles (pueblos de la zona), con un total de 23.000 habitantes, cuyos niños han visto mínimamente mejorada su vida gracias a la ONG y la solidaridad de los vecinos y asociaciones de Frigiliana con su colaboración desinteresada.
