Los manchegos tendrán que esperar para lograr el título matemáticamente
Heróico partido del Amivel en casa ante el líder Amiab Albacete, a quien tumbó en un partido perfecto por un apretado 54-52 que provoca que los manchegos no logren el titulo de forma matemática y tengan que esperar una semana más.
El primer cuarto fue raro, extraño, con una anotación muy baja para el nivel de los jugadores que había sobre la pista. El 6-9 de los primeros compases del encuentro dejaba claro que, aunque acostumbrado a jugar grandes citas para cerrar títulos, Albacete acusaba los nervios de poder proclamarse campeón. Por su parte, el Amivel, sin miedo a nada y sin la presión de tener que ganar, jugaba a un ritmo alto pero desacertado, aunque defensivamente se mostraba bien plantado.
Si la defensa fue la clave de que el primer periodo fuese igualado, en el segundo acto la tónica fue la misma. Con orden, trabajo y disciplina, los de Ademola Orogbemi fueron creciendo conforme pasaban los minutos. Incluso llegó a ponerse por delante en el marcador a los 16 minutos de partido (19-17) con una canasta de Jaime Esparza que obligó al técnico manchego a pedir tiempo muerto y reordenar ideas. Ni por esas bajó el pistón el Amivel, que apretó los dientes y se fue haciendo más fuerte en la zona para irse al descanso ganando por 25-21 y sembrando dudas en Amiab Albacete.
Tras el descanso se esperaba que los manchegos engrasaran máquinas y empezaran a recuperar su estilo de juego demoledor y aplastante, ese que le ha llevado a estar invicto esta temporada. Aunque sí es cierto que se les venía con más energía en las transiciones y haciendo daño desde el banquillo, no se amilanó Amivel, que con Kozaryna y Esparza comandando los ataques conseguían mantener la renta con mucho sufrimiento (33-28). A falta de un minuto para terminar el tercer periodo Filipski ponía el 35-34 y parecía que las tornas se iban a cambiar, pero un triple de Esparza y una técnica pitada a Albacete daba oxígeno a los axárquicos (38-34).
Así, a los 10 minutos finales se llegaba con ventaja de Amivel, con la heroica de ser el único equipo de la liga capaz de tumbar al gigante. Con las fuerzas rozando el límite, Kozaryna anotaba la primera del periodo y Leo Pekka y Esparza ponían la máxima en 45-34. Lo que parecía imposible estaba cerca y Albacete se ponía más que nervioso pidiendo tiempo muerto intentando cambiar el rumbo del partido. No les fue mal la cosa, por a partir de ese momento un parcial de 0-6 y siete minutos por delante apretaba las cosas (45-40). El derrumbe físico se iba viniendo con la presión asfixiante del rival, que no dejaba muchos resquicios al ataque del Amivel, que aguantó como pudo las embestidas y se acabó llevando la victoria (54-52).
