La deflagración en el interior de una fábrica de perfumes en Armilla (Granada), se produjo en un depósito de ácido fórmico y solo causó daños materiales, sin afectar a las estructuras.
Una fábrica de perfumes ubicada en la localidad granadina de Armilla registró ayer una explosión en sus instalaciones causando solo daños materiales en su interior.
La deflagración tuvo su origen en un depósito de ácido fórmico de esta fábrica que estaba siendo manipulado sin que resultaran dañados el resto de reactores que había a su alrededor ni las estructuras de la planta.
La explosión provocó el corte de dos avenidas en el entorno de la fábrica para facilitar la intervención en la zona de los bomberos de Granada en un incidente en el que no se ha tenido que lamentar daños personales. El acordonamiento de la zona limítrofe se produjo en un primer momento como medida preventiva por si los productos químicos afectados en este siniestro pudieran provocar riesgos para las personas por la inhalación de esos gases. Para ello, la Policía marcó un perímetro de seguridad de 500 metros en la zona y se aconsejó a los vecinos que cerraran las puertas y ventanas para evitar posibles lesiones por inhalación.
La explosión no provocó ningún fuego y solo un fuerte estruendo que generó la alarma y los avisos de los residentes en el entorno, según el Servicio de Emergencias 112 Andalucía, que informó además que al lugar del siniestro se desplazaron operativos del Consorcio Provincial de Bomberos, Protección Civil, Guardia Civil, Policía y sanitarios.
El incidente se quedó finalmente en un gran susto, ya que las revisiones realizadas por los Bomberos en colaboración con el director de seguridad de la empresa de perfumes confirmaron que los daños se limitaban únicamente al depósito donde se produjo el siniestro, hasta el punto que ayer mismo la fábrica retomó su actividad con normalidad.
