Los trabajos están en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
La estación experimental La Mayora, situada en Algarrobo, ha iniciado nuevas línea de investigación centradas en la implementación de estrategias de bioeconomía circular en la agroalimentación. Según informa Diario Sur, El centro participa en tres proyectos de investigación para la fabricación de bioplásticos y su uso en la industria agroalimentaria. El Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM), es un centro mixto de investigación de titularidad compartida entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Málaga (UMA).
Estos tres proyectos están en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, en particular con el objetivo 12 ‘Producción y consumo responsables’. El primero de los proyectos, titulado ‘Bioeconomía circular para el envasado de alimentos: aprovechamiento de los residuos de la industria conservera de tomate’, está financiado por el CSIC, y busca soluciones sostenibles y económicamente viables al uso masivo de plásticos derivados del petróleo en el envasado de alimentos. El objetivo final es la fabricación de bioplásticos multifuncionales a partir de residuos agrícolas derivados de la industria conservera del tomate.
Por su parte, el proyecto RTI2018-096896-J-I00, financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI), se titula ‘Revestimientos miméticos sin bisfenol-A a base de residuos de tomate para el envasado de alimentos’. El objetivo es el empleo de los residuos resultantes del procesamiento industrial de frutos de tomate como recurso biorenovable para la fabricación de lacas inocuas de origen biológico. «Estas lacas sustituirían a las resinas de bisfenol-A en el recubrimiento interno de las latas de conservas de alimentos y bebidas, ya que dicha sustancia es potencialmente tóxica y dañina para la reproducción humana», han explicado desde el Gobierno central en una respuesta parlamentaria al senador socialista malagueño Miguel Ángel Heredia.
Por último, en colaboración con instituciones de gran prestigio internacional, como la Universidad de Cambridge (Reino Unido), la Universidad George Washington (Estados Unidos de América) y el Instituto Italiano de Tecnología, durante el pasado año se llevaron a cabo investigaciones sobre bioplásticos en el campo de los envasados de alimentos, como los trabajos preliminares en el mencionado uso para recubrimientos de latas, la obtención de films biodegradables y usos en biomedicina.
Asimismo, el centro experimental situado en la Axarquía trabaja en el aprovechamiento de los residuos de lana, regeneración de coral, obtención de materiales fotónicos a partir de la cáscara del fruto de cacao, inspiración en la piel vegetal o en electrónica biodegradable aplicable a textiles. Los resultados obtenidos en todos estos trabajos han sido publicados en prestigiosas revistas científicas a nivel internacional.