La ciberpatrulla de la Policía Local de Málaga rastreó la huella digital de las publicaciones del evento en la red social.
Internet, sobre todo en lo relacionado a redes sociales, se utiliza en algunos casos para exhibir contenido audiovisual que incluye infracciones administrativas o incluso hechos delictivos, viéndose este hecho cada vez más incrementado en los últimos años. El aparente anonimato y su rápida difusión contribuyen a la realización de los mismos, buscando con ello conseguir la aprobación del mayor número posible de seguidores.
En virtud de las competencias propias y a efectos de localizar acciones que pudieran atentar contra las medidas sanitarias adoptadas para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, agentes de la Policía Local de Málaga especializados en este tipo de investigaciones, con la colaboración de la Policía Local de Cártama, han denunciado al responsable de organizar una fiesta ilegal en el citado municipio, tras llevar a cabo diversos controles de contenido de canales abiertos en redes sociales a raíz de los cuales se ha podido evidenciar que se cometían diferentes infracciones.
La investigación se inició a mediados de febrero tras localizarse el contenido videográfico colgado en varios perfiles de la red social Instagram en el modo historias, opción que ofrece tan solo 24 horas de exposición, borrándose el material subido pasado ese tiempo, por lo que suele utilizar dicho formato para colgar imágenes de situaciones comprometidas ante la falsa sensación de impunidad que produce su borrado.
A través del estudio de los vídeos y mediante la técnica conocida como triangulación de perfiles, los policías locales pudieron determinar que en la madrugada del sábado al domingo 7 de febrero se había celebrado una fiesta a la que acudieron numerosas personas, siempre en un número superior a quince, como muestran las imágenes captadas, produciéndose una clara situación de riesgo de contagio y propagación de la COVID-19.
En los vídeos analizados, aparecen jóvenes reunidos bailando y bebiendo, algunos de ellos también fumando, careciendo todos ellos de mascarillas de protección e incumpliendo las medidas sanitarias relacionadas con la distancia social de seguridad.
Tras diversas gestiones, los agentes de la Policía Local de Málaga pudieron averiguar que el lugar en el que se celebraban las fiestas era un cortijo ubicado en una finca sita en la localidad de Cártama, contándose con la colaboración de la Policía Local de dicho municipio a efectos de identificar al propietario, que fue citado en dependencias policiales, donde reconoció que el organizador de la fiesta había sido su hijo, el cual había cogido las llaves sin su consentimiento, añadiendo que había deducido que había asistido una gran cantidad de personas por la elevada cantidad de basura que encontró al día siguiente, así como el estado de suciedad en el que quedó la propiedad.
Así, los policías locales identificaron al responsable, un joven de 21 años de edad, que fue denunciado en base a lo establecido en el artículo 6.1.J del Decreto Ley 21/2020 de 4 de agosto, por el que se establece el régimen sancionador por el incumplimiento de las medidas de prevención y contención aplicables en Andalucía: “Por la apertura de locales, celebración de actos o realización de actividades que hayan sido expresamente prohibidos o suspendidas por la normativa aplicable o acto de la autoridad competente, o que no hayan sido autorizados por ésta en los casos en los que sea exigible, cuando, directa o indirectamente, supongan un daño o riesgo para la salud de la población”, finalizándose la investigación en el actual mes de marzo y remitiéndose informe a la Delegación Territorial de Salud y Familia en Málaga de la Conserjería de Salud y Familia de la Junta de Andalucía, autoridad competente para la tramitación del correspondiente expediente sancionador
