
Texto y fotos: Mariló V. Oyonarte en colaboración con Alhama Comunicación
Retazos de hombres y mujeres de otras épocas, abuelos de nuestros abuelos y mucho más atrás, cuyos espíritus impregnan las piedras centenarias y nos susurran al oído sus secretos tras cada vuelta de esquina, convirtiendo nuestro paseo en un auténtico viaje didáctico que nos traslada a través de los siglos.
…no hace todavía un siglo que los avances de la sociedad moderna desplazaron a los antiguos oficios y por lo tanto también a sus gentes
Divisoria de la cuerda del Cisne desde el sendero de la Venta de Pradillos, en Sierra Almijara
…por experiencia, todos sabemos que el progreso y el desarrollo social y económico a menudo conllevan daños al medio ambiente que pueden, incluso, llegar a ser irreparables
Pero, ¿qué es y para qué sirve, a efectos prácticos, un Parque Natural? Afirma la normativa que son “territorios naturales, poco transformados por la explotación u ocupación humana que, en base a la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora, de su fauna o de sus formaciones geológicas e hidrológicas, poseen unos valores ecológicos, etnográficos, estéticos, científicos y educativos cuya conservación merece una atención especial por parte de la Administración Pública”. Que un territorio sea declarado Parque Natural es, por lo tanto, prueba irrefutable de su singularidad y trascendencia. Y ello no implica que tenga que reconvertirse en una suerte de museo o parque temático al aire libre dentro del cual toda iniciativa esté prohibida; muy al contrario, en los Parques Naturales se promueven -por ley- los aprovechamientos tradicionales que sean compatibles con la conservación de sus particulares recursos naturales y se facilita su promoción y la de los núcleos urbanos que incluyen, favoreciendo su uso público y la entrada ordenada de visitantes, controlando y evitando -en la medida de lo posible- el deterioro de los paisajes y ecosistemas que albergan. Porque, por experiencia, todos sabemos que el progreso y el desarrollo social y económico a menudo conllevan daños al medio ambiente que pueden, incluso, llegar a ser irreparables.
La designación de Parque Natural posibilita, entre otras cosas, la conservación de la biodiversidad y la diversidad cultural y etnográfica de las poblaciones que engloba; la protección de multitud de especies -tanto animales como vegetales- vulnerables o en peligro de extinción; la preservación de ecosistemas de alto valor biológico; la protección, examen y estudio de yacimientos naturales y paleontológicos, si los hubiere; el favorecimiento de la investigación científica por tratarse de espacios naturales bien conservados y la consiguiente promoción de la educación medioambiental. A corto, medio y largo plazo un Parque Natural puede resultar, además, una interesante fuente de ingresos al atraer el turismo de naturaleza y generar empleo sostenible entre los habitantes locales.
Atardeciendo en Sierra Tejeda
Trabajemos todos juntos, desde las instituciones y también a nivel personal, por nuestro Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama; aportemos lo mejor de cada uno con responsabilidad
Somos agua y seremos tierra. El ser humano está hecho de Naturaleza; forma una parte esencial de ella y necesita, aunque no sea –o no quiera ser- consciente de ello, mantener esa conexión inherente al medio natural y a sus habitantes: todos hemos comprobado los beneficios inmediatos, tanto físicos como emocionales, que nos proporciona un simple paseo por el campo. Caminar, respirar, observar, escuchar, palpar, descubrir, aprender, valorar, percibir, sentir, soltar, inspirarse, concienciarse, motivarse y renovarse; disfrutar a manos llenas, al fin y al cabo -y con plena responsabilidad-, de un santuario de vida como es un Parque Natural debería ser un derecho humano fundamental. De la misma forma que todo paraje natural debería tener legítimo derecho a ser protegido.
Naturaleza, progreso, conservación y uso público pueden ser perfectamente compatibles. Trabajemos todos juntos, desde las instituciones y también a nivel personal, por nuestro Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama; aportemos lo mejor de cada uno con responsabilidad, conciencia común y afán de colaboración sin excusas ni desidias, sin postergaciones ni complejos, sin duelos argumentales ni vanas declaraciones de intención que luego queden en nada. Porque mirar por el medio ambiente es mirar por nosotros mismos; no existe mejor forma de rubricar nuestro compromiso con los espacios protegidos. Y de preservarlos y engrandecerlos para las generaciones venideras.
“Pobre de ti si no llegas a entender los misterios de la selva. Aprende a escuchar lo que no puedes ver y nunca pierdas el respeto por lo que no comprendes, porque no debes olvidar que la selva te da mucho, pero también te lo puede quitar”.
(Sabiduría maya)
Puesta del sol desde Sierra Tejeda