El aceite de cáñamo es un producto que se extrae de la planta de cannabis. Debido a la gran cantidad de propiedades medicinales que ofrece es ampliamente utilizado con fines terapéuticos. Es justamente esto lo que ha hecho que, hoy en día, sus ventas hayan proliferado y que su uso sea legal en un número importante de países.
Sobre el aceite de cannabis, los métodos que se emplean para extraerlo y sus tipos, hablaremos a lo largo de este post.
¿Cómo se extrae el aceite de cáñamo?
Existen distintos mecanismos que permiten extraer el aceite de cannabis de la planta:
Extracción con CO2
Para este método se utilizan varias cámaras presurizadas a través de las cuales pasa el CO2. El objetivo es someterlo a condiciones extremas para transformarlo en un CO2 supercrítico cuyo estado oscilará entre líquido y gaseoso.
En una de las cámaras se dispondrá la planta de cannabis, la cual será descompuesta por los efectos del dióxido de carbono hasta obtener el aceite.
Extracción con solventes
Otro método para extraer el aceite de cannabis es mediante la utilización de solventes. Los más comúnmente usados son el etanol y el alcohol isopropílico.
En este caso, se debe elevar la temperatura de los solventes hasta llevarlos a estado gaseoso. Serán estos gases los que disolverán las moléculas de la planta de cannabis y permitirán extraer su aceite.
Extracción con vapor de agua
Este método es muy parecido al anterior, solo que en lugar de utilizar solventes se utiliza agua, la cual será sometida a elevadas temperaturas hasta evaporarla. Este vapor de agua entrará en contacto con la planta de cannabis y dará como resultado la obtención del aceite.
Extracción con aceites vegetales
Se deben utilizar aceites de origen vegetal, puede de ser de oliva o de cualquier semilla. El procedimiento a emplear es el mismo que se usa con los solventes y con el agua. En este caso, ocurre un proceso en el que los aceites utilizados para la extracción absorben los cannabinoides de la planta.
Tipos de aceite extraídos del cannabis
De acuerdo con el tipo de planta del cannabis de la cual se obtenga el aceite y de los procedimientos de extracción empleados, la concentración de CBD y THC puede variar significativamente, dando como resultado varios tipos de óleos:
Aceite de CBD
El CBD o cannabidiol es uno de los cannabinoides presentes en las plantas de cannabis. No tiene propiedades psicoactivas y se caracteriza por sus demostradas propiedades analgésicas, antinflamatorias, ansiolíticas y antitumorales.
El aceite de CBD se hace a partir de las plantas ricas en cannabidiol. Puede ser empleado para tratar dolores, artritis, procesos inflamatorios, ansiedad, insomnio o depresión, por ejemplo. Su comercialización es completamente legal y es por ello por lo que comprar aceite CBD para aliviar estas y otras dolencias es cada vez más habitual hoy en día.
Aceite de THC
El tetrahidrocannbidiol o THC, es la sustancia psicoactiva de la planta de cannabis. Entre otras cosas, su aceite fue usado durante siglos para aumentar el apetito, así como también para aliviar dolores crónicos, tratar convulsiones o ataques epilépticos, pues, esta sustancia tiene propiedades analgésicas, anticonvulsivas y antieméticas.
Debido a que el uso de THC está completamente prohibido en gran parte del mundo, los aceites de este tipo deben tener una concentración mínima de THC para que puedan comercializarse legalmente, por debajo del 0,2%. Ninguna autoridad sanitaria recomienda abiertamente su uso en la actualidad.
Aceite de cáñamo
A diferencia de los aceites de cannabidiol que hemos visto hasta ahora, el aceite de cáñamo no se extrae de los cogollos de las plantas de cannabis, sino que se obtiene de las semillas de cáñamo, las cuales tienen una concentración de THC residual y son ricas en proteínas, nutrientes y en ácidos grasos, por lo son altamente beneficiosas para la salud.
Las propiedades de este óleo no son precisamente terapéuticas, sin embargo, es un aceite de gran valor en la industria cosmética y hay quienes lo utilizan también de forma alimenticia, aunque este último punto aún no tiene el visto bueno de las autoridades en nuestro país.