La ruta, con salida en la Fuente del Conejo, permitirá conocer a sus participantes el Tajo Alto del Fraile, el Tajo de Doña Ana y el Tajo de Gómer.
La sección de montañismo del Club Deportivo Playas de Torre del Mar ha organizado para este domingo una ruta montañera por los Tajos de Sábar de Alfarnatejo. Un tajo, geográficamente hablando, es un precipicio estrecho y profundo formado, por regla general, por la acción erosiva de un río. Los tajos suelen corresponder a espacios abruptos llenos de vida y en la provincia de Málaga encontramos algunos de ellos de una belleza y espectacularidad inusitadas. Este es el caso de los que podemos visitar en esta nueva actividad deportiva organizada por el club torreño, en el que sus participantes podrán conocer de la mano de expertos guías de montaña: el Tajo Alto del Fraile, el Tajo de Doña Ana y el Tajo de Gómer.
Para visitarlos el Playas de Torre del Mar ha organizado una ruta circular de unos 12 kilómetros, con una duración aproximada de 7 horas y de dificultad alta que arranca y finaliza en la Fuente del Conejo a donde los participantes llegarán tras pasar primeramente por Alfarnatejo.
De acuerdo con José Acosta, coordinador de la sección montañera del club torreño, “enfilaremos hacia el pico del Tajo del Fraile, el primer tajo que nos encontraremos en nuestro camino y donde comienza una subida de importante inclinación. Tras conquistar este Tajo, comenzaremos la bajada hacia la separación entre el Tajo del Fraile y el de Doña Ana. Una vez hayamos descendido, dos puntales de roca muy tolkianos señalan el punto en el que deberemos comenzar a ascender de nuevo por la ladera que nos lleva a la arista de Doña Ana para llegar a su zona más elevada, donde podremos disfrutar de unas vistas igual de espectaculares. Desde aquí y tras recuperar el aliento, comenzaremos de nuevo la bajada hacia el Tajo de Gómer».
Acosta ha continuado explicando que «para localizar la subida a este tajo tendremos que bordearlo por su base, lo que nos proporcionará una buena visual de sus paredes escarpadas donde con suerte veremos cabras montesas. Una vez rodeado el Tajo de Gómer, localizamos un acceso entre rocas que señalan su subida empinada y pedregosa. Alcanzar la cima de Gómer es quizás, sobre todo para los excursionistas primerizos, un tanto complicado, por lo que se recomienda que cada cual adapte su ritmo a su condición física”.
De acuerdo con Rafael Sánchez, presidente del club torreño “esta ruta no es especialmente dificultosa en su trazado, ni peligrosa -siempre y cuando extrememos la precaución, claro está-, pero sí debemos tener en cuenta que es exigente a nivel físico y no tenerle miedo a las alturas si se padece vértigo”.