
Los hechos sucedieron en el verano de 2020, en el que dejó a dos perros desatendidos, sin alimentación ni agua.
Un cabrero de Riogordo ha sido condenado a diez meses de prisión al ser declarado como autor de un delito continuado de maltrato animal sucedido en el verano de 2020.
Según se expone en la sentencia, a la que SUR ha tenido acceso, también se le prohíbe trabajar con animales o poseerlos –es decir, su medio de vida– durante dos años. El procesado dejó a los dos perros -un macho y una hembra- en situación de «total falta de atención, cuidado, alimentación y asistencia veterinaria» mientras decidía si las criaturas eran aptas para el cuidado de la explotación de cabras.
Los dos animales permanecieron amarrados con cadenas metálicas colocadas en el cuello y atadas a una valla de una casa rural en Riogordo. Unos turistas que pasaron por las inmediaciones de la finca fueron quienes dieron aviso a la Guardia Civil de las condiciones en las que estaba la hembra, extremadamente delgada, sucia, con heridas y parásitos. Tampoco tenía comida ni agua en esos meses de elevadas temperaturas. El macho fue encontrado sin vida, ya que se había ahorcado con la cadena al intentar saltar la valla a la que estaba amarrado.
El cabrero, además de la pena que se le ha impuesto, tendrá que abonar 223 euros a la asociación animalista por los gastos veterinarios de la perra superviviente y 1.180 por los costes derivados de su manutención. También tendrá que pagar las costas procesales por esta causa, incluidas las de la acusación particular.