La Policía Nacional detiene a diez personas como presuntos autores de más de 50 allanamientos en distintos municipios de la provincia de Málaga, informa Diario Sur.
Estaban organizados, coordinados y empleaban sofisticados métodos para perpetrar sus golpes. La Policía Nacional de Málaga les ha seguido la pista durante meses hasta detener a diez personas que presuntamente protagonizaron una oleada de robos en varios municipios de la provincia. Su objetivo eran iglesias y distintos tipos de establecimientos en los que buscaban hacerse con el mayor botín en el menor tiempo posible, según informaron a Diario Sur fuentes consultadas y confirmaron de forma oficial desde la propia Policía Nacional.
La investigación se desató el pasado mes de septiembre. La denuncia de varios robos con características similares hizo que los agentes de la Comisaría de Torremolinos-Benalmádena se pusieran manos a la obra. Comenzó así la operación Atlanta, que se ha saldado con una decena de detenidos a los que se le imputan varios delitos, entre ellos el de pertenencia a un grupo criminal, otro continuado de robos con fuerza en establecimientos y tráfico de drogas. Se han esclarecido 57 robos y las pesquisas siguen abiertas, por lo que no se descartan más detenciones ni que se le puedan atribuir otros crímenes.
Los robos resueltos se centraron en grandes superficies y supermercados, negocios como inmobiliarias, restaurantes, joyerías, alquiler de vehículos, establecimientos de comida rápida, iglesias y centros de culto, además de una cooperativa de aceite, una tienda de bicicletas y varias peñas. La banda actuó presuntamente en Torremolinos, Benalmádena, Antequera, Mijas, Nerja, Torrox y Málaga. Los ladrones también se habrían desplazado a Córdoba, Granada, Jaén y Almería.
Con la caída de esta banda se resuelve una oleada de robos en iglesias que azotó a la costa occidental hace un año. En total fueron más de una decena de allanamientos que llevaron al Obispado a emitir un comunicado pidiendo que se extremasen las medidas de seguridad en las parroquias.
A lo largo de la operación, en la que se produjeron las primeras detenciones el pasado mes de febrero, se han desarrollado cinco registros domiciliarios. En ellos se han recuperado vehículos robados y otros empleados para los robos, se han encontrado dinero en efectivo, hachís y numerosos útiles empleados para acceder a los establecimientos, como hojas radiales, extractores de bombines para forzar cerraduras, una microcámara, dos pistolas eléctricas, llaves inglesas y varios inhibidores de frecuencia con los que anular las alarmas. Entre los bienes recuperados se encuentran también cajas fuertes, una caja registradora, una máquina de tabaco, una cámara de fotos, tres ordenadores, prendas, 14 móviles y cuatro relojes.
Además, según las fuentes consultadas, los ahora detenidos también empleaban otros métodos para perpetrar los robos, como el conocido del ‘trabajador infiel’. Tal y como se ha podido reflejar en la investigación, la banda contó con varios colaboradores pertenecientes a las plantillas de algunos de los establecimientos, trabajadores que les facilitaban información esencial para acceder a los locales, como horarios, momentos más vulnerables y presencia de los elementos de seguridad.
Según ha podido saber Diario Sur, tres de los diez arrestados podrían estar involucrados en un robo con violencia e intimidación en el que se usó un arma de fuego en Inglaterra. Por esta razón la Policía Nacional está trabajando en coordinación con Europol, a fin de esclarecer la posible comisión de dicho delito.
