Esta iniciativa pretende cambiar la percepción de la sociedad española sobre el cáncer, celebrando la finalización del tratamiento.
M.ª Remedios Montosa y M.ª Isabel Gordillo, dos pacientes oncológicas han querido lanzar un mensaje optimista ante la enfermedad regalando al Área Sanitaria Málaga-Axarquía una ‘Campana por la Salud’. Se trata de una iniciativa con la que se pretende celebrar la superación del tratamiento oncológico de las pacientes y reforzar el pensamiento positivo y las ganas de vivir como armas para superar el cáncer.
La ‘Campana por la Salud’, que se ha instalado en la unidad de Hospital de Día del Hospital de la Axarquía, se ha estrenado en la misma mañana de este lunes con el gesto de estas dos pacientes que han querido compartir su experiencia y la sensación de superación y felicidad que tuvieron cuando finalizó su tratamiento y que como homenaje a este hecho, han tocado esta particular campana.
Con la frase ‘Toca la campana para celebrar la vida y dar las gracias a todas estas personas que nos han ayudado’, inscrita en la base de la campana, tocar tres veces la misma es el mejor sonido para expresar la alegría y la felicidad de una paciente al superar un cáncer. Cada campanada supone poner un punto final a una etapa ya superada y dar comienzo a una nueva, llena de alegría que además aumenta la unión entre pacientes, acompañantes y profesionales sanitarios.
Inmaculada Morgado, supervisora de consultas externas del centro malagueño ha declarado que “con este sencillo gesto de tocar una campana al finalizar el tratamiento oncológico, se da la oportunidad a las pacientes que han superado la enfermedad de que puedan expresar su alegría y trasladar su mensaje de esperanza y optimismo a las que todavía deben proseguir con su tratamiento”. Por su parte, las dos pacientes han manifestado que “se han sentido muy arropadas por los profesionales de la unidad de Hospital de Día y que, aunque es muy difícil pasar por un cáncer, de todo se sale”.
Esta iniciativa que está presente en numerosos países, se introdujo por primera vez en 1996 en el centro MD Anderson de Houston cuando el almirante Irve Le Moyne, agradecido por haber finalizado su tratamiento de radioterapia, regaló la campana de su barco al centro y se instaló en el campus principal. A partir de ese día, los pacientes que querían celebrar que habían finalizado el tratamiento, tocaban tres veces la campana.
Toca la campana para celebrar la vida y dar las gracias a todas estas personas que nos han ayudado. Se trata de un pequeño gesto que puede ayudar, y mucho, a todas esas personas que han superado una enfermedad como ésta o que siguen luchando contra la misma.