Expresión feminista: crea un fotolibro de impacto

Durante siglos, a las mujeres en el arte se nos asignó el lugar de “las musas”, y aún hoy en día, seguimos siendo empujadas a ocupar ese lugar por muchos artistas. Ante esto, surgió la necesidad de romper con ese lugar de sumisión, que muchas veces se disfraza con el discurso de que las musas, aunque son personajes activos, tienen poder porque los artistas las veneran.

La forma reaccionaria de romper con ese rol de musa impasible fue pasar a la acción. Pero esto también generó entre las mujeres una gran ola de rechazo a las imágenes sensuales, eróticas o delicadas de sus cuerpos. Surgió la urgencia de rechazar imágenes que nos convirtieran en objetos y de crear una nueva mirada pictórica y fotográfica de la mujer representando otros papeles. Una nueva mirada realista, que honra la belleza de la imperfección y no nos obliga a cumplir los patrones de belleza del momento. 



Esto llevó a una ola de artistas, como Grete Stern en el siglo XX o la contemporánea Kimiko Yoshida, a representar a la mujer y su rol social de forma crítica en sus obras fotográficas.

Afortunadamente, el feminismo ha avanzado bastante en las últimas décadas y ahora los debates que más nos urgen sobre igualdad, diversidad, interseccionalidad e inclusión son otros. 

No obstante, nunca está demás recordarnos que podemos mostrarnos cómo queramos y que las imágenes que manifiestan empoderamiento, pueden ser muy diferentes para cada mujer. Las herramientas tecnológicas y redes sociales las podemos usar a nuestro favor, como espacios de voz para mostrar nuestros cuerpos y relaciones desde nuestro punto de vista. 

También podemos ir más allá y crear una pieza de impacto tangible. Lo principal es pensar qué queremos contar y cómo queremos hacerlo, ya sea creando una historia gráfica, una serie artística o un fotolibro documental. Incluso puede ser una pieza versátil que se pueda compartir en línea y también editar, maquetar e imprimir desde una plataforma digital

Desarrollar la idea de un fotolibro es una experiencia en sí. Existe la libertad de crear una historia basada en nuestra esencia que sea intemporal, o todo lo contrario: expresar un momento, un espacio, una fase, una lucha o algún otro hito de nuestra vida que queremos dejar registrado. Tenemos la oportunidad de documentar nuestras historias. Escribir nosotras mismas cómo queremos ser representadas en la historia. 

Una clave para crear una serie de fotografía artística o un fotolibro es recordar siempre que una gran imagen, una foto que transmita un gran mensaje, sensación o emoción, puede ser muy simple. No tienes que buscar un escenario impresionante, ni contar con grandes recursos. El motor de tu propuesta y la composición ya le dan valor a tus fotografías. Y si lo combinas con un formato amplio o panorámico, le añades presencia y potencia.

Además, permítete improvisar y crear sobre la marcha. La fotografía feminista no se escapa de esta premisa: el arte sucede. Una vez que empiezas a fotografiarte o a fotografiar a alguien, es hora de poner el concepto de tu propuesta en segundo plano. No olvidarlo, pero tampoco permitir que te bloquee. 

Y por último, sea cuál sea la motivación que te lleve a contar tu historia en imágenes, incluso una crítica o denuncia, no olvides que el placer tiene que estar siempre presente.



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Abrimos nuestra terraza con todas las medidas de seguridad.

avda. Antonio Tore Tore, 16, 29740 Torre del Mar

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