Cuatro de sus familiares quedan absueltos y el resto de acusados, sobre una veintena, han sido condenados a dos años de prisión
Según informa la Cadena SER, la fiscalía ha llegado a un acuerdo para que los tres hermanos cabecillas del clan de narcos de Almayate, conocido como Los Pacos, sean condenados a más de 14 años de cárcel por introducir toneladas de hachís desde Marruecos.
El acuerdo condena a los tres hermanos por tráfico de drogas, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas. Así mismo, absuelve a cuatro de sus familiares que estaban acusados de participar en el blanqueo del dinero.
Al resto de los acusados, una veintena, se fijan penas de dos años de cárcel como cómplices del delito de tráfico de drogas, eran, en teoría los encargados del desembarco y custodia de los estupefacientes en paredes falsas de viviendas en el núcleo de población de Vélez-Málaga.
La fiscalía mantiene la cuantía de las multas impuestas a los acusados y que superan los diez millones de euros para cada uno de ellos, es decir, superan los 200 millones de euros.
La vista se ha celebrado este martes en la Sección Octava de la Audiencia de Málaga ha fijado para el próximo martes el inicio del macrojuicio contra un total de 29 personas acusadas de formar parte de una banda que se dedicaba a transportar droga desde Marruecos, vigilar las costas para garantizar el éxito de la operación y desembarcar y custodiar la mercancía ocultándola en falsas paredes de viviendas cercanas, todo ello en la localidad de Almayate, peteneciente al término municipal de Vélez-Málaga.
Según la hipótesis del Ministerio Fiscal, cuatro hermanos eran los 'cabecillas' de la organización. Tres de ellos se encargaban de preparar el traslado desde Marruecos, mientras que el cuarto, que ha sido absuelto, supuestamente era el responsable del dispositivo de más de veinte personas para el desembarco y su custodia hasta su posterior distribución.
Uno de los alijos fue el 24 de diciembre, cuando la Guardia Civil logró hacerse con 2.715 kilos de hachís, dice la acusación, mientras que en febrero de 2012, tuvo lugar otro en las playas de Almayate, incautándose en ese momento de 1.935 kilos de la misma droga. Gracias a las escuchas telefónicas, los investigadores supieron de la llegada de otro cargamento vía marítima, esta vez de 1.014 kilos.
Asimismo, gracias a esas conversaciones telefónicas intervenidas, los agentes conocieron que algunos acusados ocultaban el hachís tras paredes falsas de sus viviendas. Así, en los registros, se encontraron distintas cantidades de droga escondidas en tabiques o en cajas fuerte empotradas en los muros; así como diversos útiles y materiales, como cámaras de seguridad, indica el fiscal.
En mayo de 2012, según señalaba la Fiscalía en sus conclusiones, dos de los principales acusados fueron a la ciudad francesa de Lyon para entrevistarse con otro procesado, que era "el encargado de distribuir en dicho país la sustancia estupefaciente que llegaba de Marruecos a España" y que, supuestamente, era recepcionada por este grupo organizado.
Los investigadores estudiaron el patrimonio de algunos acusados y detectaron que para "disfrutar del rendimiento obtenido por la actividad de tráfico de drogas y ocultar el origen ilícito de sus ingresos" colocaron el dinero o adquirieron bienes, como por ejemplo coches, a nombre de terceras personas, bien sus hijos, sus madres o sus exmujeres.
