El Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía, GENA-Ecologistas en Acción, ha achacado este jueves la proliferación de pozos ilegales como el de Totalán por el que cayó Julen a la falta de control administrativo y de personal para vigilar la ejecución de los mismos.
El presidente de GENA, Rafael Yus, ha explicado que en Totalán y el resto de municipios de la Axarquía, todas las viviendas y terrenos de regadío existentes por encima de la cota del pantano de La Viñuela son “sospechosos” de contar con prospecciones “potencialmente ilegales” de agua.
“Existen acometidas normales y legales, principalmente junto a caminos y lechos fluviales, que están más a la vista y son controladas por los guardas de río, pero el resto pueden ser ilegales, porque nadie quiere pagar, y estamos hablando de miles”, ha asegurado Yus.
Ha reiterado que el sistema minifundista del suelo rústico de la Axarquía favorece “el descontrol” y que la práctica habitual sea realizar perforaciones sin permiso, y que en caso de hallar agua, se opte por legalizar o no.
Yus ha indicado que una vez que el sondeo es positivo, el propietario del terreno debe solicitar la concesión para poder extraer el agua, pero ha precisado que muchos empiezan a explotar el recurso antes de obtener la autorización o incluso no terminan de completar el proceso administrativo por lo que se dilata éste.
También ha criticado que el último paso sea la colocación de un contador “que luego nadie mira o controla por falta de personal», así que no sabe «para qué se hace”.
El presidente de GENA ha manifestado que el agua es un recurso público, pero no se controla por la falta de personal administrativo para ello, y ha insistido que si en la Axarquía no se miraban las viviendas ilegales en suelo rústico, “el agua aún menos”.
Asimismo, ha advertido de que el margen de actuación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil es “muy limitado”, porque los propietarios cercan sus fincas y dentro de ellas pueden “pinchar” los acuíferos o recomprar el agua a regantes de cotas inferiores y bombearla.
El resultado, según Yus, es que se está produciendo una sobreexplotación de los recursos hídricos en la Axarquía, alentada por “la burbuja” de la plantación de cultivos subtropicales como el mango.
Yus ha declarado que en el caso de prospecciones en los montes, como la que dio lugar al pozo por el que cayó Julen -cuyo cuerpo fue encontrado sin vida trece días después-, los acuíferos son “muy malos, puesto que son impermeables”.
“Se trata de un sistema de mina, como el que empleaban los musulmanes, consistente en recoger la escurridura que cae por los planos de la pizarra, pero son pozos que duran poco y que suelen secarse en verano”, ha añadido.
Ha apuntado que la distancia de los sondeos para captar agua en los montes debe ser de cien metros y ha subrayado que “eso tampoco se respeta”.
