Los blancos llevan 6 jornadas sin ganar, y tres partidos sin marcar, y eso se reflejó en casa donde no tuvo ni el brillo, ni la contundencia de otros partidos para marcar. 
El Vélez atraviesa el peor momento de la temporada con seis jornadas sin ganar, y tres partidos consecutivos sin marcar. La magia y contundencia del Vivar Téllez se ha evaporado y ante el Cádiz B, con un partido de alternativas, no supo concretar las opciones de gol, pero los amarillos tuvieron también llegadas peligrosas.
Los veleños presentaban novedades en defensa ante la baja por sanción de Ocaña, lesiones de Pedro y que no Bocchino no está a su máximo nivel físico. Esto hizo que la defensa habitual de casi toda la liga, solo jugara Alex Portillo, pero los menos habituales como Adolfo y Pacoli cumplieron.
La vuelta de Cervera en la zona de creación se dejó sentir en la primera media hora, donde el Vélez pudo adelantarse en una clara llegada de Zamorano o un lanzamiento de Gonzalo. El final del primer tiempo no marcaron los gaditanos de milagro, ya que Chapela y Álvaro, tuvieron tres remates claros. Se lesionó Richar Gaona, y entró Chavarría, voluntarioso, pero con poca calidad ofensiva.
El partido tenía aproximaciones al área, pero sin que interviniera los porteros, hasta que tuvo que hacerlo el veleño Miguel con dos intervenciones a disparos de los delanteros de refresco amarillos, Jorquera y Kensly. Miguel Ángel Beas, tardó en mover el banquillo, y aparte de quitar a Cervera, que pagó su inactividad, dando entrada a Kaya. Sólo en los últimos diez minutos dio entrada a Balta e Iván Martínez por Alex Camacho y Zamorano, demostrando la poca confianza en Pablo.
Los veleños no tuvieron mucho talento para romper la espigada defensa amarilla, y cuando lo logró, con remates de Adolfo y Chavarría, aparecieron bajo palos los defensores cadistas. Un punto que no es malo para conseguir la permanencia, ya tiene 35, pero por supuesto, hay que olvidar cotas mayores, más aún cuando ahora el Vélez está atascado y con 6 jornadas sin ganar.
