El Comité Territorial de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto de Málaga se reunió este viernes, 29 de enero, por vía telemática, presidido por el delegado territorial de Salud y Familias, Carlos Bautista, para analizar los datos epidemiológicos de aquellos municipios en los que decaen las medidas a partir del próximo domingo. De este modo y según los indicadores de incidencia los municipios que dejan de tener cierre perimetral por registrar menos de 500 casos por 100.000 habitantes a a partir de la madrugada del domingo al lunes sólo serán cuatro en la provincia de Málaga: Canillas de Albaida, Gaucín, Salares y
Sayalonga.
Las medidas señaladas entran en vigor a las 00.00. del lunes 1 de febrero (madrugada del domingo al lunes) tras su publicación en BOJA. Hasta ese momento, los municipios permanecen en la situación adjudicada previamente y afectados por las medidas correspondientes a esa situación. El periodo mínimo de cumplimiento de las medidas ha quedado establecido en 14 días.
Así las cosas, en Málaga quedarán este lunes sólo con cierre perimetral : Algarrobo, Almáchar, Alozaina, Antequera, Archez, Archidona, Benalmádena, Benamargosa, Campillos, Carratraca, Cártama, Casares, Colmenar, Comares, Cortes, Cuevas de San Marcos, Fuengirola, Fuente de Piedra, Genalguacil, Humilladero, Istán, Iznate, Macharaviaya, Mijas, Montejaque, Málaga, Ojén, Periana, Rincón de la Victoria, Riogordo, Torremolinos, Torrox, Totalán, Villanueva de la Concepción y de Tapia, Viñuela y Yunquera.
Y sin actividad no esencial quedan Alameda, Alcaucín, Alfarnate, Alfarnatejo, Algatocín, Alhaurín de la Torre y el Grande, Almargen, Álora, Ardales, Arriate, Benamocarra, Benarrabá, Cartajima, Casabermeja, Cañete la Real, Coín, Cútar, El Borge, Estepona, Faraján, Igualeja, Manilva, Marbella, Moclinejo, Mollina, Monda, Pizarra, Ronda, Teba, Tolox, Villanueva del Rosario y del Trabuco y Vélez-Málaga.
El Comité Territorial de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto realizará un seguimiento continuo de la situación epidemiológica e informará sobre la necesidad de mantener o modular los niveles de alerta y sus grados según el riesgo sanitario y la proporcionalidad de las medidas.