El ataque del perro provocó varias heridas en el muslo de la menor, que fue trasladada a un centro médico donde se le aplicaron puntos de sutura, informa Diario Sur.
Era la hora de comer. El padre de Lucía (nombre ficticio), una niña de tres años, estaba llegando a casa después de trabajar. Abrió la puerta, saludó a su hija, y sin previo aviso, el perro del vecino se les echó encima, un ‘bull terrier’ conocido en el vecindario por varios incidentes similares. El animal fue directamente a por la pequeña y consiguió morderle el muslo pese a los esfuerzos de su padre por evitar la agresión. El resultado: varios puntos de sutura y heridas inciso-contusas de uno y dos centímetros de profundidad, una de ellas a muy poca distancia de la vena femoral.
Los hechos se produjeron el pasado martes en un bloque de Cruz de Humilladero. Al parecer, según explican los testigos, en el momento en el que se produjo el ataque había una patrulla de la Policía Nacional en la vivienda en la que se encontraba el perro. Cuando los dueños abrieron la puerta, el can se escapó y mordió a la niña mientras que los policías trataban de reducir al animal a la vez que el padre de la víctima tiraba de ella hacia arriba para alejarla de los mordiscos.
Según explican los mismos testigos, los agentes dieron los primeros auxilios a la menor, que fue trasladada a un centro sanitario por parte de su madre, tras lo que presentaron la denuncia al Grupo de Protección de la Naturaleza de la Policía Local (Gruprona), que ya se ha hecho cargo de los hechos.
Esta raza, el ‘bull terrier’, no está incluído en el listado de perros potencialmente peligrosos que se recoge en el Real Decreto 287/2002, de 22 de marzo. Otras razas de similar envergadura y musculatura, como el ‘pit bull terrier’, sí forman parte de este apartado normativo que exige una serie de medidas específicas para controlar a los animales de dichas razas.
El ‘bull terrier’ que atacó a la menor vive en uno de los pisos del vecindario y ya ha dado problemas con anterioridad. Un portavoz de los vecinos, que habla también en nombre de la familia de la niña que sufrió el ataque, explica que el animal acumula denuncias. «Ya se ha escapado otras veces y de hecho mató al perro de otra vecina en mitad de la calle», comenta. De hecho, los vecinos del bloque han empezado a recoger firmas para que el animal se acoja a algún control especial o abandone el bloque, ya que lo consideran «un peligro».
Los padres de la pequeña Lucía, que fue operada del corazón hace dos meses, explican que la menor «tiene miedo» y que cada vez que escucha al perro se bloquea. Al parecer el animal no tenía puesta las vacunas correspondientes, por lo que la niña tiene que ir al médico de forma periódica para comprobar que no ha desarrollado ninguna enfermedad derivada de la mordedura.
