«Te vas a casar conmigo por las buenas o por las malas», habría llegado a decirle a la víctima, según el escrito de acusación de la Fiscalía, informa Diario Sur
Una mujer se sienta hoy en el banquillo para enfrentarse a una posible condena a 12 años de cárcel por, presuntamente, secuestrar y violar a su novia. Es la pena que pide para ella el Ministerio Público, que considera a la acusada autora de los delitos de detención ilegal, agresión sexual, coacciones y malos tratos en el ámbito familiar, según el escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso SUR.
El Ministerio Público indica que la procesada mantuvo una relación de pareja con la denunciante que comenzó en septiembre de 2011 hasta noviembre de 2015, que fue cuando sucedieron los hechos. En ese tiempo, ambas estuvieron conviviendo, de forma esporádica, compartiendo el piso que la víctima tenía alquilado en Torremolinos.
El 11 de noviembre de 2015, la acusada viajó desde Madrid –donde había empezado a trabajar días antes– hasta la localidad malagueña. Sobre las 05.30 horas, llegó al apartamento de su pareja y, una vez allí, según la fiscal, intentó mantener relaciones, pero la víctima se resistió.
En consecuencia, y siempre según el relato acusatorio, la procesada habría mantenido encerrada los tres días siguientes a su pareja, «obligándola a permanecer en el apartamento, bajo su vigilancia, impidiéndole que lo abandonara». La fiscal considera que la procesada, con ánimo libidinoso, amedrentó a su pareja «con la finalidad de que mantuviera relaciones con ella», amenazándola con expresiones como: «Te vas a casar conmigo, por las buenas o por las malas, y si no, voy a matar a lo que más quieras». Habría llegado a decirle: «Si quiero matar a alguien, contrato a un sicario».
Sin consentimiento
Durante esos tres días, la acusada «le quitó la ropa sin su consentimiento» en varias ocasiones y supuestamente le hizo tocamientos y llegó a agredirla sexualmente, según el escrito de acusación. La fiscal añade en su relato que la procesada «golpeó, pateó, zarandeó y empujó» a la víctima «con ánimo de menoscabar su integridad física y mantenerla atemorizada». Esas supuestas agresiones le dejaron hematomas en los brazos, en el muslo derecho y en el cuello que tardaron cuatro días en curarse. Solo cuando la acusada volvió a Madrid, dice la fiscal, la víctima «pudo recobrar su libertad».
Por todo lo anterior, el Ministerio Público pide que la mujer, de 39 años y sin antecedentes, sea condenada a 11 años de cárcel por el delito de agresión sexual, en concurso medial con los de detención ilegal y coacciones. Además, solicita por estos delitos ocho años de libertad vigilada, con la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 500 metros así como contactar con ella por cualquier medio en tres años, además de la obligación de participar en un programa de educación sexual. También pide la fiscal otro año de cárcel –en total, 12– por malos tratos en el ámbito familiar.
Respecto a la responsabilidad civil, el Ministerio Público entiende que la mujer debe ser indemnizada con 20.000 euros por los daños morales, a los que habría que añadir otros 240 euros por las heridas sufridas.
