La artsita neoyorquina Jennifer Lopez aterrizó anoche en el Aeropuerto de Málaga en su jet privado, rodeada por personal de seguridad y su séquito.
Jennifer Lopez, la diva del Bronx, llegó anoche al aeropuerto de Málaga en su jet privado, procedente de Turquía, acompañada por su hija, Emme. Un espectáculo, en todas sus acepciones: cantante, actriz, bailarina, personalidad televisiva y un larguísimo etcétera, icono del mundo latino, una marca registrada de por sí y, ante todo, una mujer hecha a sí misma a base de esfuerzo, disciplina y desestimar los noes, son algunas de las virtudes de la artista que resalta Víctor A. Gómez en su publicación en La Opinión de Málaga.
Con unos espectaculares 50 años recién cumplidos, celebra con ‘It’s My Party’, una gira mundial que hoy, por fin, pasa por Fuengirola, única parada española, el gran recital del verano de la Costa del Sol.
Más de 10.000 entradas se vedieron por internet el día en que salieron a la venta y aunque aún estás a tiempo con hacerte con alguno de los pases, con toda seguridad se colgará el no hay billetes. Y es que no es habitual poder ver más o menos de cerca a J.Lo, una artista que no suele salir de gira a menudo, y menos por Europa. Ni un show tan tremendo como éste, cuidado hasta el más mínimo detalle: un equipo de 90 personas acompaña en dos aviones por el mundo a Lopez, con un gran fondo de armario (en cada espectáculo la solista realiza unos seis cambios de vestuario).
Como era de esperar, no se sabe a ciencia cierta en qué hotel se hospeda la diva del Bronx. En Fuengirola hay menos de diez establecimientos cinco estrellas gran lujo… y una villa espectacular que, curiosamente, está reservada en estas fechas, quizás, quién sabe, por Jennifer Lopez y su gente.
Este jueves por la noche se subirá a la loma del Castillo Sohail (Marenostrum Music Castle Park) una mujer que ya es un icono. Cumple medio siglo y lo celebra con una fiesta, a su mayor gloria y que sus fans vivirán como también suya, de ellos.
