Los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga, organizados por su Fundación General, han recibido en la segunda jornada celebrada en la capital de la Axarquía a dos genios del humor, como son el conocido comunicador y gestor cultural Manu Sánchez y el chirigotero José Luis García Cossío, El Selu, uno de los máximos exponentes del carnaval de Cádiz.
Los dos han protagonizado un encuentro en el que han profundizado sobre el humor en su vertiente más reivindicativa y comprometida y han repasado la larga trayectoria carnavalesca de El Selu, que lleva treinta años sacando agrupaciones en el Carnaval de Cádiz, con numerosos premios en su haber del concurso gaditano.
Así, ha sido el propio Sánchez quien ha ejercido de maestro de ceremonia y ha moderado la charla, orgulloso de sentirse «maravillosamente culpable» de haber podido compartir esta nueva cita con la Universidad de Málaga con una figura tan destacada de la modalidad, al que ha declarado profesar «absoluta devoción»
De igual modo, ambos han reivindicado el Carnaval como género «con mayúsculas», habitualmente infravalorado, han dicho, por su componente satírico. «Que la Universidad le tienda la mano al humor significa que la apertura de miras es una realidad», ha comentado Sánchez, reconociendo, junto con el autor gaditano, que desde las instituciones académicas se apueste por unas temáticas que no suelen incluirse en los programas curriculares.
Por ello, han coincidido en agradecer a la UMA y a su Fundación General la oportunidad de desarrollar este foro sobre Carnaval: «Creo que aquí la Universidad de Málaga y la Fundación General han dado un paso importante al dotar de peso específico al humor», ha aportado el presentador y colaborador de televisión, mientras que el chirigotero lamentaba que este impulso se haya hecho primero fuera de Cádiz, cuna de esta fiesta y epicentro de su esplendor.
«Esperamos que esto sirva para abrir los ojos y dejen entrar al Carnaval a la Universidad porque realmente tiene mucho que decir», ha declarado, mostrándose incluso a favor de crear cátedras que versen sobre ello.
En el sentido de estas demandas, ambos protagonistas han relatado durante el encuentro como llamaban en sus inicios a Selu, apodado como «el universitario» a modo de insulto por su manera tan particular de hacer carnaval.
«Al principio costó que la gente entendiera y conectara con el código que proponía Selu, con una forma transgresora y diferente de escribir», ha afirmado Manu Sánchez, que además ha aportado que hoy día es necesario reclamar el folclore como arte mayor que sirve de «puente perfecto» entre la calle y la cultura.
En cuanto a ese humor característico y personal de Selu, sello personal del chirigotero, él mismo ha definido como «humor de esquinas», al ser esencial su factor popular, y ha confesado que una de sus fuentes principales de inspiración viene de la cotidianeidad: «La gente se identifica con mi humor y con el de Manu porque son cosas que le ocurren a las personas corrientes», ha afirmado.
La charla ha discurrido por la narración de la propia experiencia de Selu como una de las figuras más destacadas y reconocidas del Carnaval, desde el comienzo con el grupo que todavía conserva treinta años después hasta su última creación carnavalera, la chirigota que lleva por nombre ‘Los quemasangre’.
Asimismo, los dos interlocutores han contado anécdotas curiosas y han podido visionar y comentar con el público algunas de las actuaciones más recordadas de su chirigota. El encuentro ha concluido entre los cumplidos al protagonista de la sesión: «El Carnaval tiene mucho que agradecerle a este señor», ha sentenciado Manu Sánchez, un detalle hacia Selu que éste ha premiado tocando la guitarra y tarareando algunas de sus letras.
Big Data
Por otro lado, Luis Alberto Barriga, trabajador social con treinta años de experiencia en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, ha asistido en esta ocasión a los Cursos de Verano en Vélez para transmitir conceptos básicos sobre inteligencia artificial, nuevos métodos de trabajo con datos masivos, habitualmente conocidos como Big Data, y la aplicabilidad de ambos al campo de los servicios sociales.
En este contexto, ha insistido en que «estamos a muy poco de tener volúmenes de datos interesantes» que serán incorporados en los servicios sociales para así obtener «mejores resultados e impactos» que cumplan su «finalidad última»: atender mejor a las personas.
El experto ha explicado que esta tecnología predice unos «comportamientos concretos» relacionados con «riesgos sociales o con la evaluación de oportunidades sociales» de utilidad para la aplicación de determinados protocolos de atención.
«El aprendizaje automático supervisado nos aporta la proactividad al sistema, es decir, actuar antes de que sucedan las cosas», ha añadido. Además, estos sistemas permitirían «acertar mejor» la actuación de los trabajadores sociales y serían de «tremenda utilidad para la investigación básica en procesos sociales de exclusión, uno de los más complejos que existen».
Al respecto, ha calificado de «interesantísima» la investigación aplicada a la intervención social, ya que los algoritmos podrían identificar grupos que requieran intervención a partir de grandes masas de datos o incluso plantear nuevos modelos para atender a la población.
No obstante, la aplicabilidad de la Inteligencia Artificial a servicios sociales, según Barriga, le acompañan incertidumbres ante la gran extensión de campos que puede cubrir.
«Científicamente está demostrado que los algoritmos funcionan, la parte más compleja ahora mismo es determinar cuáles son los tratamientos o los protocolos aplicables a los casos para romper las predicciones», ha aclarado. También ha apuntado que se encuentra en una etapa de experimentación y, por ello, «no se usa en ninguna comunidad autónoma de forma sistemática».
Además, ha resaltado la necesidad básica de incorporar «un volumen suficiente de datos de calidad» y en la «misma semántica» para su correcta gestión y así conseguir la aplicación de modelos y sistemas interpretativos que serán «de ayuda, apoyo y auxilio al profesional».
En relación con el futuro, el trabajador social lo tiene claro: «Es otra revolución que ya está impactando en todo el mundo. Está para quedarse y para seguir desarrollándose. El reto para la humanidad en su conjunto estaría en cómo soportar estos cambios de una manera humana y que sean de utilidad. Se cometerán errores, pero debemos estar alertas para utilizarlos con el mejor fin».
Por último, ha advertido de que esta tecnología tendrá un alcance masivo, pero que deberá usarse de «forma controlada y con sentido común» desde la intervención humana, ya que el objetivo es trabajar, según cita una guía elaborada recientemente por expertos de la Comisión Europea, con una Inteligencia Artificial confiable y centrada en las personas».
