Aunque el consistorio venía actuando con discreción, el caso se ha conocido por la denuncia de Delgado Bonilla por los costes.
Una plaga, la primera de su clase en Europa, detectada en el 2013 y que se repitió en el 2015 en una finca propiedad del Ayuntamiento de Vélez-Málaga puso en peligro el cultivo del mango en la comarca de la Axarquía, la principal región productora de este fruto subtropical en España.
La concejala de Agricultura, María Santana, ha explicado hoy en rueda de prensa que en el 2013 se detectó la primera plaga del gorgojo del mango en Europa en la finca de La Pola, una situación que obligó a la Junta de Andalucía a actuar para erradicar la presencia de este insecto.
Según la concejala, el anterior equipo de gobierno del PP «no hizo nada» ante esta problemática, y cuando en el 2015 accedió a la delegación, se encontró una finca en condiciones «lamentables», con los árboles abandonados, sin podar, sin tratamiento fitosanitario, con hierba hasta la copa y con las balsas de agua deterioradas.
Santana ha asegurado que, en agosto de ese año, «saltó nuevamente la alarma» y se detectó el gorgojo del mango en un bancal diferente de la finca, «por lo que se había extendido, con el peligro de que por una plaga en una finca del Ayuntamiento podíamos eliminar todo el mango de toda la Axarquía».
La edil ha señalado que este tema se ha llevado «con discreción» y lo ha hecho público ahora después de que el portavoz del PP, Francisco Delgado Bonilla, haya efectuado denuncias en las últimas semanas sobre el rendimiento de La Pola, en las que advertía de que era «la única finca de subtropicales de España que no ofrecía beneficios».
Ha afirmado que, desde que se detectó la segunda plaga, los esfuerzos se han centrado en controlar «este grave problema de sanidad vegetal» que afectaba a un sector tan pujante como el de los subtropicales en la Axarquía.
Santana ha informado de que la finca se puso en cuarentena y se iniciaron tratamientos fitosanitarios más agresivos que también tuvieron que aplicar los propietarios de las explotaciones ubicadas en un radio de un kilómetro.
Ha declarado que, desde agosto de este año, la finca cuenta con la certificación de la Junta de que está limpia del gorgojo del mango y ha precisado que, gracias a las actuaciones realizadas además sobre las infraestructuras hídricas, «está empezando a dar beneficios y volúmenes de producción comerciales».
«Para que pueda haber beneficios en una explotación agraria, todo el mundo sabe que tiene que haber el manejo y las condiciones adecuadas, y eso no existía en la finca que nos encontramos», ha insistido.
Asimismo, la concejala ha reconocido que actualmente esta propiedad municipal está siendo explotada «en precario», y ha precisado que su intención es legalizar su situación para evitar futuras plagas o el peligro de incendios.
