El condenado es reincidente en delitos sexuales y ya cumplió condena entre 2005 y 2015.
Un hombre ha sido condenado a 12 años de cárcel acusado de un delito de agresión sexual a menores de 16 años tras intentar abusar sexualmente de una niña de tan solo 22 meses. Además, el acusado es reincidente en este tipo de delitos, por lo que se le ha aplicado el agravante de reincidencia, según informa 20 Minutos.
Así lo ha estimado la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valladolid, tras evaluar lo sucedido el 28 de mayo de 2020, cuando se produjo el abuso. Todo ocurrió cuando el condenado fue al domicilio de la nieta de su expareja, con la que tenía todavía buena relación. Además de ella, en la casa se encontraban la hija de la nieta de la expareja del acusado, de 22 meses de edad, y el tío de la niña.
Todo transcurría con normalidad en el domicilio hasta que el acusado comenzó a hablar con la niña de 22 meses. Tras una pequeña conversación en la cocina, se dirigieron al cuarto de la niña, donde el hombre se sentó en una silla y se bajo la bragueta. En ese momento, se sacó el pene y agarró la cabeza de la menor para introducirla en su boca, hasta que lo consiguió.
La pequeña, asustada, decidió ir a la habitación de al lado, donde estaba su tío. Sin embargo, este había presenciado minutos antes lo sucedido, momento que aprovechó para fotografiar al hombre con su mano en el pene y muy cerca de la cara de la menor de 22 meses y enviársela a la madre, que se encontraba en otra habitación.
Poco después, y sin que hubiese tenido tiempo para ver la foto, la madre irrumpió en el cuarto y el acusado reaccionó rápido subiéndose los pantalones. Momentos después el acusado se fue a su domicilio y la madre decidió interponer una denuncia contra el hombre.
Tras ponerlo en conocimiento de las autoridades, se decretó prisión provisional para el acusado tras ser reincidente. Había sido condenado ya a 12 años de prisión por otro delito de agresión sexual y cumplió condena entre 2005 y 2015. Así, la Audiencia Provincial de Valladolid ha estimado una condena de otros 12 años de prisión junto con la prohibición de aproximarse a una distancia inferior a 500 metros a la menor, su domicilio o su centro educativo, así como comunicarse con ella por cualquier medio, durante 17 años.
Por último, se le ha impuesto también la medida de libertad vigilada por un tiempo de 8 años y el pago de una indemnización a la menor de la suma de 4.000 euros en concepto de daños morales.
