La justicia también le condena a indemnizar con 150.000 euros a la víctima por responsabilidad civil.
Un hombre ha sido condenado a diez años de prisión por un delito de agresión sexual y a seis años por elaboración de material pornográfico por las fotografías y vídeos realizados a su hija.
Todo comenzó en 2011, la menor tenía 15 años cuando el ya condenado la violó por primera vez sin preservativo. Desde ese momento se produjeron las agresiones casi a diario hasta que tres años después, en 2014, la joven escapó de casa y denunció los hechos, según recoge La Opinión de Málaga.
Médicos forenses le han diagnosticado trastorno mixto ansioso y trastorno de estrés postraumático, también miedo a ser madre. Aseguran que estas secuelas y otras derivadas van a permanecer de por vida.
La justicia también le condena a indemnizar con 150.000 euros a la víctima por responsabilidad civil.