La barcaza chocó contra unas rocas y se partió por la mitad antes de que pudieran pedir ayuda, según relatan los supervivientes.
Al menos 60 personas han perdido la vida, incluyendo niños y un bebé, al naufragar una barcaza con unos 250 migrantes a bordo en las costas de la región italiana de Calabria. El barco se hundió en las aguas de Steccato di Cutro, en la provincia de Crotona, en el sur del país.
Las autoridades italianas informan que en la embarcación se encontraban unos 180 migrantes en el momento del naufragio, aunque algunos de los sobrevivientes han dicho que podrían haber sido hasta 250 ocupantes. Aproximadamente 50 personas han sido rescatadas y trasladadas a hospitales, entre ellas una veintena de menores, mientras que más de un centenar sigue desaparecido.
Los cadáveres, incluyendo un recién nacido y varios niños, han aparecido en la playa de Steccato y se encuentran dispersos a lo largo de varios kilómetros, según informan las autoridades. La mayoría de los migrantes se cree que procedían de Irán, Pakistán y Afganistán.
Los sobrevivientes han explicado que la precaria barca de pesca en la que viajaban se partió por la mitad debido a las condiciones del mar, que se encontraba agitado. La barcaza chocó contra unas rocas antes de que pudieran pedir ayuda, según relatan los supervivientes.
Las labores de rescate continúan en la zona y se teme que la cifra de fallecidos pueda aumentar. El alcalde de Crotona, Vincenzo Voce, ha descrito la tragedia como «enorme» y ha expresado su temor a que el número de víctimas mortales sea mayor. Las autoridades han señalado que el naufragio se debió principalmente a las pésimas condiciones del mar.
