Ponerse al volante implica asumir una serie de riesgos que ponen en peligro tanto nuestra integridad física como la del resto de las personas que están en la carretera. Debido a ello, el cumplimiento de las normas de tráfico es esencial, garantizando la máxima protección ante cualquier circunstancia que pueda llegar a ocurrir. No obstante, en ocasiones cometemos el error de actuar con imprudencia y nos comportamos de forma verdaderamente temeraria; siendo el hecho de conducir bajo los efectos del alcohol uno de los gestos más irresponsables. Ahora bien, si esto sucede así merecemos igualmente una defensa jurídica de rigor, por lo que el papel de los abogados es esencial.
Delito por conducción bajo los efectos del alcohol, cómo funciona
La tasa de alcohol permitida al volante es de 0’25 por aire expirado. A partir de esta cantidad, si las autoridades nos atrapan, sufriremos una sanción económica y la pérdida de puntos. No obstante, en caso de dar más de 0’60 en la prueba, estaremos cometiendo un delito y se procederá con la retirada del carnet tras nuestro paso por los tribunales. Algo que resulta todavía más grave cuando hablamos del juicio por alcoholemia con daños a terceros, donde habremos de pagar dinero a las víctimas a las que hayamos podido afectar.
De hecho, debes saber que a partir de 0’40 en el test de alcoholemia, si ha habido daños de por medio también se puede estar incurriendo en un delito. Por lo que la línea no está tan clara como cabría esperar, haciendo que toda nuestra estabilidad personal y financiera se ponga en peligro si decidimos subirnos al vehículo después de haber bebido. ¡No cometas esta temeridad y todo irá bien!
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la máquina con la que se realiza la prueba no es lo único que determina las consecuencias de la situación. Los propios agentes que te paran en la carretera también tendrán voz en el juicio, quienes testificarán para arrojar luz al estado en el que estabas conduciendo. Los policías tienen una gran experiencia en dicha materia e identifican rápidamente los síntomas de la embriaguez, los cuales inclinarán o no la balanza en tu contra. Motivo por el que, si quieres salir lo más indemne posible de estas situaciones, es importante que sepas en manos de qué abogados te puedes poner llegado el caso.
El papel de los abogados en este proceso
Es prácticamente imposible que evites la retirada del carnet tras un juicio rápido por alcoholemia. No obstante, este no es el único problema que vas a tener que enfrentar en dichos procedimientos. También se corre el riesgo de sufrir penas de prisión que varían en gran medida en función de la defensa que obtengas el día del juicio. En consecuencia, nuestro consejo es que si has superado 0’60 en la prueba o si has generado daños en terceros, que te dejes asesorar por los expertos de JR Abogados: un bufete de abogados especializado en estos litigios.
Ellos recogerán todas las pruebas y buscarán la manera de minimizar todo lo posible la sentencia que vas a percibir. Son conscientes de que la gran mayoría de sus clientes llegan atemorizados a su bufete, arrepentidos por una temeridad que no habrían llevado a cabo en estado de sobriedad. Por consiguiente, se encargan de ayudarlos en estos momentos tan delicados y garantizan que todo se desarrolle lo mejor posible. De hecho, si hay inconformidad con alguno de los eventos relatados por la policía o errores en la máquina, también están preparados para presentar un recurso.
Así pues, no dejes que una mala defensa te juegue una mala pasada. Los abogados son las figuras que van a dar la cara por ti ante los tribunales. No importa cuál sea tu temeridad al volante, en JR Abogados creen en las segundas oportunidades y gestionan hasta los casos más complicados. Un servicio esencial para que algo anecdótico no trascienda más de la cuenta.
