En la segunda cumbre bilateral que está teniendo lugar este jueves se ha pactado un alto el fuego temporal para abrir corredores humanitarios para que la población civil pueda salir sin peligro del país.
«Existe la amenaza real de una guerra nuclear», ha asegurado el último premio Nobel de la Paz y periodista ruso Dmitri Murátov durante una comparecencia en la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. En su declaración ha pedido «un alto el fuego incondicional y una tregua» en la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Réznivkov, hizo este miércoles por la noche un llamamiento a la «resistencia total» contra las tropas rusas y a «aumentar la presión sobre el enemigo, que ha perdido la iniciativa». Horas antes, seis civiles, dos de ellos niños, murieron por un bombardeo que alcanzó un edificio de varias plantas de apartamentos en la ciudad ucraniana de Izium, en la región de Járkov, según informó el teniente de alcalde de la ciudad.
En Kiev, la Administración Estatal de la Ciudad denunció este miércoles por la tarde un ataque aéreo ruso contra la Estación Ferroviaria del Sur de la capital ucraniana, donde, según las autoridades locales, «miles de mujeres y niños ucranianos tuvieron que ser evacuados». Una tubería principal de calefacción resultó dañada por los restos de un misil ruso que fue interceptado, lo que amenazó el suministro a una parte de la ciudad, según informó el asesor del ministro del Interior ucraniano, Anton Gueráshenko. «Bastardos, quieren congelar Kiev», dijo.
La crisis humanitaria, entre tanto, se sigue agravando. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informó a última hora de este miércoles de que al menos un millón de refugiados han huido ya de Ucrania. Este jueves, Bruselas ya ha pedido a los países de la UE prepararse para la llegada de «millones de refugiados» de Ucrania.
