Actividades como lavar el coche, baldear las calles o llenar las piscinas han sido probibidas por el Ayuntamiento de Comares.
“Estamos padeciendo una situación muy fuerte”. Así de contundente se ha manifestado el alcalde de Comares, Manuel Robles, tras solicitar cubas de agua para poder abastecer a la población. La parte sur del municipio ha visto como los tres pozos que la abastecían ya no tienen agua. Es más, según explica Robles, los motores se quemaban al accionarlos porque no hay agua que bombear. “No hay agua ninguna”, sentencia.
Ante esta situación, Comares recibe cada dia 250.000 litros de agua proveniente del Puente de Benamargosa que se vierten en los depósitos de agua potable locales. Además, el Ayuntamiento decidió aplicar una especie de ‘ley seca’ en cuanto al uso del agua que no fuera destinada al consumo humano. Esto quiere decir que actividades como lavar el coche, baldear las calles o llenar las piscinas no están permitidas.
La sequía aprieta y las escasas o nulas lluvias de este verano hacen la situación se complique aún más día a día. O directamente que la situación se “límite”. Así la describe el alcalde del municipio de Comares, Manuel Robles, que analiza para el diario Málaga Hoy cómo están viviendo estos momentos de necesidad.
“El hilo no está tenso, el hilo está roto”, dice el primer edil respondiendo ante los 2000 habitantes del municipios de la comarca de la Axarquía, que abarca una superficie de 25 kilómetros cuadrados de término municipal.
Para Robles la esperanza en un futuro mejor pasa por la ayuda del cielo, en todos los sentidos: “Vamos a rezar porque llegar a Navidad sin que llueva sería una catástrofe”. “Que los pozos cojan agua y que el pantano de La Viñuela no se quede corto”, desea.
Sobre las obras e infraestructuras hidráulicas, Robles considera que “hemos perdido años muy bonitos en los que tendríamos que haber hecho trasvases de otros pantanos y además, la desaladora (de Vélez) ya tendría que estar hecha”.
