La salud de la mujer está muy relacionada con cada etapa de su vida. Por ello, es muy importante saber a qué nos atenemos en cada una de ellas y qué podemos hacer para mitigar sus efectos.
La salud de las mujeres está estrechamente relacionada con las etapas que vivimos a lo largo de la vida.
Muchas veces necesitamos un plus como los de complementos, para poder seguir adelante ante las exigencias de nuestro día a día. Hablamos, por ejemplo, de complementos alimenticios con determinadas vitaminas, pero también productos vegetales y alimentos concretos que nos permiten cuidar nuestra salud y conseguir niveles óptimos de bienestar.
Aunque sabemos que no todas las mujeres son iguales, es cierto que hay algunos aspectos de salud en los que la mayoría tenemos problemas comunes. En este artículo queremos destacar los siguientes:
Salud íntima. El 50% de las mujeres se ven afectadas al menos una vez en su vida por una infección urinaria, por lo que es indispensable mantener una flora equilibrada, un pH adecuado y una correcta lubricación de la vagina. Una opción para recuperar una óptima flora vaginal es tomar lactobacilos seleccionados vía oral, que reducen las molestias –picor y malestar–, y el crecimiento de los microorganismos indeseables.
Edad adulta. Las exigencias del día a día nos dejan muchas veces agotadas. En esta época, son comunes los desequilibrios de la flora intestinal, provocando digestiones pesadas, gases y la aparición de microorganismos no beneficiosos. Por ello, es interesante apostar por los alimentos que aportan Lactobacilos y Bifidobacterias.
Menstruación. La menstruación, y sobre todo sus síntomas premenstruales, también son uno de los factores principales por los cuales hay algunos días en los que nos sentimos muy agotadas. Para disminuir estas molestias hay que optar por productos con vitamina E y ricos en Ácido Gama-linolénico (GLA), ya que favorecen la regulación de las funciones celulares –evitando esos cambios drásticos de humor que tanto molestan–, el metabolismo y otros procesos del organismo.
El embarazo/maternidad. Durante los nueve meses del embarazo y en los primeros compases de la maternidad, las mujeres sufren unos cambios físicos y emocionales muy grandes. En esta etapa, aumentan las necesidades nutritivas y es necesario, más que nunca, llevar una alimentación lo más equilibrada posible. Para cubrir todas las necesidades del futuro bebé y de la madre, es interesante la ingesta de complementos alimenticios ricos en vitaminas, minerales y ácidos grasos. También es muy importante hidratar al máximo la piel para evitar el prurito y el picor, y las odiosas estrías que aparecen si no cuidamos suficientemente la piel.
Menopausia. Esta es quizá una de las etapas más temidas por las mujeres. Se avecinan grandes cambios hormonales, es cierto, pero con los cuidados necesarios se pueden minimizar sus efectos. Para paliar algunos de estos síntomas, como los sofocos, la sudoración, los cambios de humor, etc., es interesante el uso de especies vegetales, como la menocífuga. Algunas de estas especies vegetales, como las semillas de calabaza y las isoflavonas de soja, también son beneficiosas para el buen funcionamiento del sistema urinario, además, claro, del entrenamiento del suelo pélvico y del ejercicio moderado.
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