La instructora reclama, «a la mayor brevedad posible», los informes de la geolocalización de los móviles y de los huesos hallados en las batidas.
El oficio tiene fecha del 10 de junio. La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Vélez-Málaga, que indaga en la muerte violenta de Dana Leonte, urge a la Guardia Civil y a los forenses a que entreguen los informes sobre las dos líneas de investigación abiertas actualmente: la geolocalización de los móviles de la víctima y de su pareja y principal sospechoso, Sergio Ruiz, y el estudio de los huesos hallados en las batidas.
La fecha es importante. La jueza, que acababa de rechazar las pretensiones de la defensa de rebajar la fianza, quería -y quiere- tener en su poder dos piezas que pueden hacer encajar el puzle o romperlo en pedazos. Pero no dio tiempo. Apenas dos semanas después de su oficio, la Audiencia Provincial estimó el recurso de Ruiz y aminoró a 8.000 euros -de los 25.000 que le impuso en febrero- la cantidad que debía pagar para salir de prisión. Ayer, a última hora de la tarde, el único investigado por el crimen de Dana salió de la cárcel de Albolote.
En el oficio, la instructora de la causa requiere a la Guardia Civil que aporte «a la mayor brevedad posible» el informe de la geolocalización de los teléfonos. Ese documento es clave para la investigación porque, si sitúa juntos los móviles de Dana y Sergio a la hora en que se produce la desaparición (y posiblemente su muerte), sería un indicio más contra él. Pero, si los ubica en lugares distintos, respaldaría la coartada de la pareja de la joven.
En el mismo documento, la jueza reclama también a los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga el informe sobre los nuevos huesos hallados durante las batidas, que tal y como informó Diario Sur pertenecen a la joven rumana, desaparecida el 12 de junio de 2019 en la localidad axárquica de Arenas.
La instructora solicita, concretamente, el estudio morfológico de esas piezas óseas -en torno a la decena, correspondientes a extremidades y parte de la columna-, «informando de las fracturas que pudieran presentar, su origen y si éstas han sido post o ante mortem«. No en vano, el primero de los huesos hallados, el fémur encontrado el pasado septiembre, que fue el que precipitó la detención de Sergio Ruiz, presentaba una fractura.
Según las fuentes consultadas por este periódico, el estudio de los huesos ya no está pendiente del IML de Málaga, sino que se remitieron hace meses al Instituto Nacional de Toxicología para que fuesen examinados por el equipo de antropólogos por si ellos alcanzaban las mismas conclusiones que los galenos malagueños y también por si, con los instrumentos que utilizan, podían ampliar los hallazgos del informe realizado en Málaga.
