Los padres, que residen en Ceuta, tuvieron conocimiento ayer del fallecimiento y aseguran que nadie les ha dicho aún dónde está el cuerpo.
José Mata Pérez, de 35 años de edad, fue encontrado muerto el pasado 3 de junio en un jardín de la avenida Esperanto en Torrox-Costa. Así al menos consta en los informes de la Policía Local de Torrox. Eligió voluntariamente la vida de «sintecho» y dedicarse a realizar figuras de arena en la playa. Ya llevaba tiempo que se había instalado en la localidad axárquica, donde se hizo popular, y nunca resultó problemático.
Del levantamiento del cadáver se encargó la Guardia Civil y supuestamente, se le realizó la autopsia para determinar las causas del fallecimiento. Pero lo sorprendente del caso es que, a pesar de ser una persona perfectamente identificada, desde ninguna institución oficial le dieron aviso a sus familiares, o al menos, así lo denuncian.
«Cuando veíamos que pasaban los días y no contestaba a nuestras llamadas del móvil, contactamos con un amigo de nacionalidad polaca que fue el que nos contó ayer que había aparecido muerto», relata Lidia, prima del fallecido. «Desde entonces estamos llamando a la Policía Local de Ceuta y a la Guardia Civil, quienes nos confirman el suceso, pero nos dan diversas versiones de lo sucedido y lo que es peor, que nadie nos indica con exactitud dónde esta el cadáver».
Con la poca información que han podido obtener de la Policía Local de Torrox, los hermanos del fallecido, Irene y Jesús, acompañados de dos primos, viajan esta mañana desde Ceuta al puerto de Algeciras. Allí esperan encontrarse con otros familiares que residen en la península y dirigirse juntos al Servicio de Patología de Málaga para localizar el cuerpo y trasladarlo hasta su ciudad de origen, donde esperan poder darle sepultura de forma digna.
«Lo primero es enterrar a mi primo, ahora no tenemos cabeza para pensar más allá, pero todo esto es un lío tremendo y no se explica cómo nadie ha avisado a la familia de la muerte estando mi primo perfectamente identificado e incluso teniendo un móvil. Los padres se han quedado en Ceuta, ya que son personas de alto riesgo por el coronavirus y la madre ha tenido varios infartos, y con todo esto pues estamos muy preocupados por ellos», afirma Lidia.
