El joven cordobés se subió al techo del tren y sufrió una fortísima descarga de 3.500 voltios tras tocar accidentalmente la catenaria.
La autopsia del cadáver de Álvaro Prieto ha confirmado las sospechas de las autoridades policiales. El joven de 18 años, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida este lunes entre dos vagones de un tren en la estación de Santa Justa en Sevilla, murió electrocutado. Así se lo ha confirmado 20 Minutos de fuentes de la investigación.
El joven cordobés recibió accidentalmente una descarga de 3.500 voltios. Tal y como muestran las grabaciones de una cámara de seguridad de una gasolinera cercana a las que han tenido acceso los investigadores, Álvaro Prieto se subió al techo de un vagón de tren y, tras tocar la catenaria, recibió una fuerte descarga, la cual entró por su abdomen y salió por las manos.
El incidente llegó después de que Prieto, que se había quedado sin batería en el móvil y no pudo acceder al tren que le transportaría de Sevilla a Córdoba, rechazase un cargador y una llamada a su padre, que los operarios de Renfe le ofrecieron, según ha explicado este martes el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.
Finalmente, se confirma que Álvaro sufrió esa fortísima descarga eléctrica que provocó su muerte y su posterior caída a la zona entre los dos vagones en la que fue encontrado su cuerpo, quedándose atrapado e invisible para los drones que trataron de localizarlo en los días previos a su hallazgo.
De este modo, la autopsia descarta que la muerte de Álvaro Prieto se haya podido producir por alguna otra circunstancia, dejando como única posibilidad la electrocución.
