Hoy Día Internacional del Ictus, la 1ª causa de discapacidad en el adulto en España

El ictus es, además, la primera causa de mortalidad en la mujer y la tercera en el hombre en España. Además, cada año, mueren unas 27.000 personas a causa del ictus, una cifra que también se prevé que se incremente un 39% en 2035.

Cada año unas 120.000 personas padecen un ictus en España y se prevé que dicha cifra se incremente un 35% en 2035 debido, en gran parte, al aumento de la esperanza de vida de la población. El ictus es la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia después de la enfermedad de Alzheimer, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) a propósito del Día Mundial del Ictus, que se celebra este martes, haciendo especial hincapié en la prevención. “Si se realizarán las medidas de prevención se podrían prevenir hasta el 80-90 por ciento de los casos”, ha explicado a DM María Alonso de Leciñana, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN.



Medidas preventivas de los factores de riesgo
Entre las medidas preventivas, Alonso de Leciñana ha recordado que es importante evitar el tabaco, el alcohol, el sobrepeso y el sedentarismo, así como adoptar una alimentación saludable. Además de estas medidas modificables es importante evitar o controlar la hipertensión, la diabetes, la hipercolesterolemia y algunas arritmias, especialmente la fibrilación auricular.

“Para eso es esencial que los pacientes realicen controles médicos periódicos para despistar estos factores de riesgo; la mayoría son asintomáticos y sólo se detectan cuando dan la cara en una enfermedad como puede ser el ictus”. No obstante, Alonso de Leciñana ha añadido que en el caso de patologías ya instauradas es necesario seguir los hábitos de vida saludables y asegurar la adherencia a la medicación. Aunque se tiende a pensar que el ictus es una patología que afecta solo a personas mayores, lo cierto es que aproximadamente un 25% de los casos se producen en menores de 65 años. “En las últimas dos décadas han aumentado un 25% el número de casos entre personas en edades comprendidas entre los 20 y 64 años y un 0,5% de los casos se dan en personas menores de 20 años. También hay que tener en cuetna que en los pacientes jóvenes influyen también otros factores de riesgo, como el consumo de drogas”.

Se estima que dos de cada tres personas que sobreviven a un ictus presentan algún tipo de secuela, en muchos casos discapacitante. Según datos del Atlas de Ictus en España 2019, elaborado por el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN junto con Bristol Myers Squibb y Pfizer, el 59% de los pacientes que han tenido un ictus tienen problemas para realizar sus actividades cotidianas, más de un 62% tienen problemas de movilidad, un 64% sufren dolor y malestar y un 36% percibe su estado de saludo como malo o muy malo.

“Según datos del Atlas, actualmente más de 650.000 españoles se han visto afectados por un ictus y de ellas unos 350.000 presentan alguna limitación en su capacidad funcional como consecuencia de éste.” Además, tras padecer el accidente cerebrovascular los pacientes tienen una peor percepción de su estado de salud, presentan un mayor riesgo de problemas mentales y se ven más afectados en las distintas dimensiones de la calidad de vida, especialmente en movilidad, en la realización de actividades cotidianas y en sensación de dolor o malestar. En las últimas dos décadas ha aumentado un 25% el número de casos entre los 20 y 64 años.

No obstante, son los pacientes mayores los que sufren más secuelas: tras un ictus el 44% de los mayores de 65 años tiene dificultades para ducharse o bañarse sin ayuda y el 56% para realizar tareas domésticas ligeras. Unos porcentajes que casi duplican a los de otras enfermedades crónicas, tumores, o accidentes. Asimismo, el ictus se asocia a mayor disacapacidad en las mujeres.

 

¿Qué hacer ante un ictus?
Según Alonso de Leciñana, un paciente que sufre un ictus requiere atención urgente y para ello es necesario “llamar a emergencias, nunca acudir al hospital directamente”, algo que asegurará una atención más temprana y la dministración de los tratamientos necesarios al ponerse en marcha de forma inmediata los protocolos de ictus.

Pérdida de fuerza, de sensibilidad, de la capacidad de hablar y del equilibrio son algunos de los síntomas del ictus

Los síntomas aparecen de forma brusca y son fáciles de reconocer. Estos pueden aparecer juntos o por separado: “Los más frecuentes son la pérdida de fuerza o de la sensibilidad en una zona del cuerpo afectando a la cara, al cuerpo, al brazo o a la pierna, juntos o por separado”. También puede producirse una alteración repentina de la capacidad para hablar o para entender, y del campo visual. También puede presentarse como un dolor de cabeza muy brusco o muy fuerte y una alteración de la capacidad de mantener el equilibrio”.

El tiempo entre que se produce el accidente cerebrovascular es clave para su recuperación: “Cada minuto que pasa muere una parte del cerebro. Hemos organizado bien los sistemas para trasladar al paciente con ictus y estamos educando a la población, pero pensamos que es muy importante la prevención y la rehabilitación de las secuelas”.

Por eso considera que es esencial implicar a todos los actores en el abordaje integral del ictus y adoptar políticas sanitarias de prevención de los factores de riesgo que incluyan favorecer el consumo de alimentos saludables en detrimento de aquellos altos en grasas y de las bebidas azucaradas, además de implantar programas de reducción de la contaminación.




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C/ Federico Téllez Macías, 4; Vélez-Málaga

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