Un estudio del colectivo ecologista señala la presencia de hasta 48 especies distintas con carácter invasor en la zona.
El Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA-Ecologistas en Acción) ha remitido un escrito a la Delegación Provincial de Medio Ambiente en Málaga en el que solicita la adopción de medidas para prevenir la proliferación y acometer la erradicación de plantas invasoras en el Paraje Natural de los acantilados de Maro y Cerro Gordo.
El presidente de GENA, Rafael Yus, ha informado en un comunicado de esta petición, basada en un estudio efectuado por este colectivo sobre la flora alóctona e invasora en este espacio y en el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, que revela la presencia en la comarca malagueña de la Axarquía de 51 de estas especies, de las cuales el 98 por ciento se han detectado en uno o en los dos espacios protegidos.
En el caso del Paraje Natural de los Acantilados de Maro y Cerro Gordo, el estudio señala la presencia de hasta 48 especies con carácter invasor, por lo que "se advierte con preocupación que el 94 por ciento de las especies invasoras de la Axarquía se encuentran en un espacio natural tan emblemático".
Según los ecologistas, estos datos demuestran que este espacio protegido, que ocupa una superficie de en torno a 1.814 hectáreas entre los términos municipales de Nerja (Málaga) y Almuñécar (Granada), "se ha ido convirtiendo en un reservorio perfecto para la flora invasora del litoral mediterráneo andaluz".
Para GENA, esta realidad "no sólo es preocupante porque puede crear problemas a los ecosistemas autóctonos de este paraje, algunos de ellos únicos, sino porque es un contrasentido que, siendo una de las funciones del Paraje Natural preservar los ecosistemas y la biodiversidad autóctona, haya adquirido una función diametralmente opuesta como reservorio de plantas invasoras y potencialmente dañinas para otros ecosistemas autóctonos".
Entre las causas de esta proliferación, Yus ha mencionado las "propicias" condiciones ambientales, similares a las de las áreas tropicales de donde provienen estas plantas; la existencia de zonas degradadas fácilmente colonizables o la proximidad "de fuentes muy potentes de plantas invasoras", como campos de cultivo irrigados o jardines "donde se cultivan sin ningún control todo tipo de plantas exóticas con fines puramente ornamentales".
"Lo lamentable de esta cuestión es que este área ha demostrado ser un auténtico 'hot spot' de biodiversidad autóctona, el más importante de toda la región circundante, posiblemente por las mismas razones ambientales que están propiciando también la colonización de plantas invasoras", ha manifestado el presidente de GENA.
