La presentación de los nuevos propietarios se realizará el jueves 7 de marzo a las 20:00 horas en el Estadio Vivar Téllez.
El Vélez C.F. anuncia que el equipo ya cuenta con un nuevo propietario. El club comenzó la temporada 23/24 con una «organización fuerte y bien preparada», afirman desde la dirección del equipo, «con una importante experiencia de dos temporadas en la categoría, una sólida plantilla de jugadores y con la clara ambición de ascender a 1 RFEF». Y, lo más importante, según señalan, el club empezaba la temporada con un nuevo propietario.
El 1 de agosto de 2023 el club pasó a manos de un nuevo inversor francés con altas y claras ambiciones claras. Toda la planificación se basó en el presupuesto que dio el nuevo propietario. El presidente Jesper Norberg y el vicepresidente Magnus Pehrsson, comentan: «Todo se basó en mentiras y los fondos y obligaciones acordadas según el contrato firmado nunca se cumplieron en absoluto. En octubre de 2023, el club ya estaba endeudado por culpa del propietario francés». Ante esta situación, ambos ex-propietarios del club debían tomar una decisión.
El deseo de Norberg y Persson fue hacer todo lo posible para salvar al club de esta situación. «Lo hicimos por la promesa que hicimos cuando vinimos y por el honor de ser parte de la larga historia del club«, explican, «también lo hicimos por toda la buena gente que conocimos dentro y alrededor del club desde que llegamos».
El presidente y vicepresidente han aclarado esta información a través de un comunicado oficial en las redes sociales del club. En dicha publicación han querido dejar claro las dificultades que envuelven a la situación del equipo. «El club se convirtió en SAD en 2022, como es una empresa SAD, y no una asociación, la posibilidad de dejar la directiva y que otra persona asuma el relevo era imposible. No puedes como propietario de una empresa en España simplemente decidir dejarla. Las únicas dos opciones eran o la quiebra y dejar que el club se disuelva, o traer un nuevo inversor con nosotros o vender el club a otra persona para que asuma la responsabilidad y continúe el trabajo para desarrollar el club».
Ser una SAD también ha influido en el proceso de venta, añadiendo restricciones a la hora de negociar con los diferentes grupos y personas interesadas de forma confidencial y seria. Esto ha provocado una negociación larga de semanas y meses sumado al cuidado de elegir a un dueño adecuado, «para que el club no acabe con el mismo problema que con el francés». También han tenido en cuenta la ambición del nuevo propietario que permitiese el trabajo realizado durante los últimos tres años y medio.
