Francisco Abolafio (IU) les puede dar avisos o mensajes de ánimo en cualquier momento y desde cualquier lugar.
Francisco Abolafio Rodríguez, alcalde del municipio de Sedella por IU-CA, ha recurrido a la tradicional megafonía para poder dirigirse a la totalidad de los vecinos de este pequeño municipio de la Axarquía interior de apenas 600 habitantes. Y no es que el máximo representante del consistorio esté en contra de las nuevas tecnologías. Todo lo contrario. Ya que una aplicación en el teléfono móvil le permite hacer uso de este sistema desde cualquier lugar y en cualquier momento.
La idea ha surgido a raíz del estado de alarma decretado por el Gobierno central por el COVID-19. Abolafio, como ha ocurrido en todas las administraciones, ha venido utilizando las redes sociales como medio más habitual para dirigirse a los vecinos y mantenerlos informados de las medidas adoptadas por el Ayuntamiento.
Y de hecho ha sido uno de los alcaldes más activos en cuanto a la realización de video- comparecencias en Facebook. Pero, el hecho de que la mayoría de la población de este municipio sea de edad avanzada y sin acceso a las nuevas tecnologías, le llevó a invertir algo menos de 3.000 euros para recuperar una iniciativa que siendo primer teniente de alcalde hace unos diez años intentó llevar a cabo sin demasiado éxito.
Ahora, motivado por las circunstancias, retomó la iniciativa y ha procedido a la colocación de unos altavoces de trompeta en lugares estratégicos para que los vecinos, desde cualquier parte del municipio puedan oírlo con total claridad. La orografía del terreno, bastante empinada, lo permite.
“Por ejemplo si yo estoy en el campo, a varios kilómetros de distancia, y hay que informar de algo urgente, pues con mi móvil les informo de inmediato y les llega a todos, tengan redes sociales o no y mucho más rápido”, señala.
Así, los vecinos de Sedella se informan de todas las novedades gracias a la megafonía. Algo que según el alcalde, ocurriría en la época franquista, y que los vecinos han recibido de muy buen agrado: “Que va, está todo el mundo encantado”, dice cuando se le pregunta por si alguien ha presentado alguna queja por las posibles molestias que le pudiera ocasionar.
“Aquí nos conocemos todos y sabemos a qué horas hay que dar los avisos para no molestar a nadie y tampoco hay que abusar, solo lo justo y necesario”, añade.
Aunque la iniciativa se pensó al principio para dar avisos, Abolafio reconoce que también se ha dirigido a sus vecinos para dar pequeños discursos con la intención de darles ánimos “como hice el pasado Día de las Madres, que me animé a dar unas palabras de agradecimiento a las que han hecho tanto por todos nosotros”.
Sobre la continuidad del servicio de avisos por megafonía una vez se acabe la crisis del coronavirus, el alcalde lo tiene claro: “Esto es ya para siempre”.
