La Policía Local acudió a la calle Cruz Verde para disolver una reyerta, informa Diario Sur.
La Policía Local de Málaga detuvo ayer por la noche a un vecino de la calle Cruz Verde por apuñalar a otro residente del mismo bloque en el vientre. Según informan este jueves desde el Área de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, el supuesto atacante fue arrestado como presunto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa y lesiones con arma blanca, mientras que el herido fue trasladado de urgencia a un centro médico para ser atendido de sus lesiones, que requirieron cirugía.
El apuñalamiento se produjo en el contexto de una multitudinaria pelea, registrada este miércoles en torno a las ocho de la tarde. Una llamada en la Sala 092 de la Policía Local de Málaga informaba de que se estaba produciendo «una reyerta con arma blanca». Varias dotaciones de zona de dicho cuerpo y una unidad del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) se desplazaron hasta la barriada y al llegar localizaron a dos decenas de personas «muy agitadas», por lo que primero tuvieron que controlar la situación para prevenir nuevos focos de violencia.
Mientras que los policías estaban entrevistándose con los presentes, un vecino de 33 años de edad salió de un portal sin camiseta y tapándose el abdomen con una prenda de tela. Dijo a los policías que «no había pasado nada» y que «no quería problemas», que únicamente deseaba irse de allí. Los policías locales le solicitaron que retirase el pañuelo con el que se cubría la barriga y pudieron ver que tenía una herida sangrante producida por un objeto punzante, además de hematomas en la espalda, por lo que procedieron a auxiliarle y a solicitar un servicio médico de urgencia.
«Me han pinchado»
Cuando los médicos llegaron hasta la zona, el herido reconoció que le habían «pinchado», pero que eso «no era nada». Con respecto a los hematomas de la espalda, explicó que había sido golpeado con un bate de béisbol.
Según informan desde la Policía Local, los agentes pudieron averiguar que el enfrentamiento se originó tras una discusión motivada porque la pareja de la víctima había arrojado agua desde su piso, cayendo sobre la ropa tendida en el piso inferior. En él viven el presunto agresor (detenido) y sus padres. Los reproches de la planta baja llevaron al vecino de arriba a descender para mantener una conversación que se tornó en disputa en las escaleras del bloque. De ahí pasaron al patio, donde se produjo el apuñalamiento.
Ante los hechos, los policías locales procedieron a la detención del presunto autor del ataque con arma blanca, así como a su traslado a dependencias policiales. En el trayecto, tras ser preguntado, explicó a los agentes que su vecino había intentado atacarle con una maceta y que él se había «defendido con un cuchillo de cocina».
