La Policía Local de Málaga ha detenido a un individuo natural de Almería y vecino de Málaga de 30 años de edad como presunto autor de un delito de daños intencionados al que se le suman otros de amenazas graves a testigos y a los policías locales que llevaron a cabo la detención, informa Cadena Ser.
Los hechos tuvieron lugar en nochebuena, cuando, sobre las 02:15 horas de la madrugada, policías locales que se encontraban custodiando a otro detenido en el centro de salud de calle Reboul fueron requeridos por el conductor de un vehículo que les indicó que había un contenedor de basura ardiendo en calle La Unión, por lo que se dirigieron con premura hasta el lugar, dejando al detenido acompañado por otros agentes.
Los policías locales localizaron el contenedor que ardía, el cual solo sufrió diversos daños tras ser sofocado por efectivos del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga que habían acudido raudos al lugar a tal efecto.
Además de éste, los policías locales comprobaron que en calle Poeta Muñoz Rojas había otros contenedores que se estaban quemando, encontrándose dos de ellos ardiendo y logrando los agentes retirar el que se encontraba en tercer lugar, que tan solo resultó afectado por las llamas, evitando así que el fuego se propagase hacía éste y otros contenedores adyacentes.
Vital colaboración ciudadana
Asimismo, los policías locales se percataron de que en el lugar había tres hombres hablando, acercándose a los mismos y siendo informados por dos de ellos de que habían sido testigos de cómo el tercero que los acompañaba, y al que parecían estar entreteniendo para que no se marchara, había metido el cuerpo dentro de un contenedor, como si estuviese buscando algo, tras lo que, al salir del mismo, comenzó a arder desde dentro. Los policías locales identificaron al individuo, practicándole un cacheo preventivo de seguridad a raíz del cual le localizaron e intervinieron un encendedor que portaba en un bolsillo del pantalón, con el que presumiblemente habría prendido los contenedores.
Amenazas graves
Ante los hechos, los policías locales procedieron a la detención del individuo y a su traslado a dependencias policiales, donde llegó a manifestarles que iba a quemar a los hombres que lo habían delatado y al edificio en el que viven, así como a los propios policías. Finalmente, sería puesto a disposición judicial.
