Los datos demuestran que los trabajadores de Andalucía faltan menos al trabajo que vascos, catalanes o madrileños. De hecho, Andalucía es la tercera comunidad autónoma, empatada con la Comunidad Valenciana, con la menor tasa de absentismo laboral de toda España, según un estudio realizado por Randstad Research. Sólo Baleares y La Rioja están por debajo, según destaca Diario SUR.
Las faltas (justificadas e injustificadas) de los empleados al trabajo suponen la pérdida del 4,8% del total de las horas pactadas en Andalucía, cuatro décimas por debajo de la media nacional (5,2%). El contraste es especialmente llamativo con el País Vasco, que encabeza el absentismo en España con una tasa del 7,1%. Asturias (6,2%), Galicia (5,8%), Castilla y León (5,7%), Navarra y Canarias (ambas con 5,5%), Cataluña y Aragón (ambas con 5,3%), Cantabria y la Región de Murcia (5,2%) están también por encima de la media. Por contra, Baleares, que es la comunidad menos absentista, tiene sólo un 4%.
El informe de Randstad está elaborado con datos procedentes de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales correspondientes al primer trimestre de 2019. A nivel nacional, se perdieron más de 450 millones de horas de trabajo, que supone una tasa de absentismo del 5,2%, aumentando un 0,3% con respecto a los tres últimos meses de 2018. Las faltas no justificadas se situaron en el 1,4%, un 0,03% por debajo del periodo anterior. Una media de 1.047.368 españoles faltan al trabajo de media cada día, el 26,4% de manera injustificada y el 73,6% restante, con baja.
En Andalucía, el absentismo provoca la pérdida de cerca de 65 millones de horas trabajadas en el trimestre, lo que se traduce en el 4,8% del total de las horas pactadas. Esta cifra ha aumentado un 0,31% respecto al trimestre anterior. Este incremento se debe exclusivamente al absentismo por motivos médicos, mientras que el no justificado se ha reducido un 0,07%. Cerca de 156.000 andaluces faltan a su puesto de trabajo de media cada día, de los cuales el 23,8% carecen de una justificación médica, mientras que el 76,2% sí aportan una incapacidad temporal. El absentismo injustificado supone la pérdida del 1,2% de las horas pactadas en Andalucía, uno de los índices más bajos del país. La media española es del 1,4% y en el País Vasco llega al 2,2%. Asturias (1,9%), Castilla y León y Aragón (a
La curva que ilustra la evolución del absentismo laboral es casi calcada a la de crecimiento económico: desciende durante las crisis y sube en épocas de bonanza. «Ahora estamos en niveles similares a los de 2008. Entre ese año y 2013 fue bajando, para volver a subir desde 2014, que fue cuando comenzó la recuperación, hasta ahora», apunta el director de Randstad Research, Valentín Bote.
¿Por qué ocurre esto? La explicación fácil que a cualquiera se le puede ocurrir es que cuando alguien se siente seguros en su puestos de trabajo se puede ‘permitir’ faltar más, sea justificada o injustificadamente. Puede haber parte de verdad en eso, pero no deja de ser una conclusión de trazo grueso. «Podría pensarse que cuando hay bonanza económica aumentan las bajas injustificadas, pero no es así: el incremento se produce en el absentismo con baja médica», apunta Bote. «Cuando preguntamos a las mutuas y a los expertos en medicina laboral nos indican que lo que ocurre cuando hay crisis económica es que se acorta la duración media de las bajas. Ante un mismo episodio, por ejemplo, un esguince, los trabajadores se cogen menos días de baja cuando el entorno económico es incierto que cuando es favorable»,
El informe de Randstad Research revela que el sector servicios es donde se registra un mayor absentismo en todo el país con una tasa del 5,4%, muy cerca del industrial, con un 5,2% de las horas pactadas. El sector de la construcción está en el otro extremo, con sólo un 3,3% de horas perdidas, 1,9 puntos porcentuales por debajo de la media. Las secciones concretas de actividad que registran menores tasas de absentismo son las actividades relacionadas con el empleo (1,9%), que engloban a los trabajadores contratados a través de empresas de trabajo temporal (ETT); las actividades jurídicas y de contabilidad (2,8%); los servicios de información (2,9%); la industria del cuero (3%) y la industria del espectáculo (3%). En el otro extremo, con los mayores niveles se encuentran las actividades sanitarias (8,6%), los servicios a edificios y actividades de jardinería (8,5%), las actividades de servicios sociales sin alojamiento (8,4%), la asistencia en establecimientos residenciales (8,3%) y la fabricación de vehículos (8%). La Administración Pública también está entre los sectores más absentista
