Los chicos entrenados por Paco Aguilar no dieron su nivel nivel, solo a cuentagotas, dejando el triunfo en casa vallisoletana cuando mejor tenían las cosas para sumar y viajar a Málaga con buenas sensaciones.
Irregular partido del Amivel, que cayó en Valladolid por un apretado 61-54 en el último partido de la temporada. Los chicos entrenados por Paco Aguilar no dieron su nivel nivel, solo a cuentagotas, dejando el triunfo en casa vallisoletana cuando mejor tenían las cosas para sumar y viajar a Málaga con buenas sensaciones.
Igualdad durante los primeros diez minutos, con ambos equipos jugando un baloncesto muy táctico e intentando aprovechar y castigar los errores del contrario. Eran los vallisoletanos quienes de la mano de Ruggeri y de Pérez quienes ponían un poco de tierra de por medio (15-13) ante un Amivel Reyes Gutiérrez que tiraba de la anotación de Jaime Esparza -7 puntos de los 13 del equipo- para mantenerse a flote.
Un parcial de 6-0 a la salida del segundo periodo dejó helado al conjunto axárquico, que a pesar de haber hecho un muy productivo primer periodo se dejaba pasar por encima de Valladolid. Del 15 13 se pasaba a un 21-13 que Paco Aguilar se veía obligado a parar para cortar la sangría y detectar los problemas. Kozaryna estaba muy vigilado y Amivel necesitaba los puntos en la pintura de uno de sus mejores pilares, pero le era imposible tener opciones claras de juego. La salida de Cristen Barba y Michell Navarro a la pista parecía darle más consistencia a la defensa del equipo, que acabó yéndose al descanso 27-24 tras un nuevo estirón de Jaime Esparza.
Tras el descanso, Valladolid parecía recuperar un poco el control del partido que se le había escapado en los últimos minutos del segundo acto. Con una defensa muy cerrada y corriendo al contrataque tras rebote el marcador se iba al 37-29 y la cosa peligraba para un Amivel que seguía sin encontrar claridad en sus ataques. Conseguía volver a remontar el conjunto visitante con un parcial de 0-6 (37-35), pero nuevamente se escapan los pucelanos 48-39 tras un arreón final de periodo.
Entre Leo Pekka y la resurrección de Kozaryna, que por fin empezaba a ver aro, llegó la reacción de Amivel. Confiando en su juego, apretando los dientes y cerrando muy bien el rebote poco a poco el marcador se iba igualando. Un rebote defensivo de Jesús Romero y una asistencia para Leo Pekka ponía el 50-48 que hacia temblar los cimientos locales. Una técnica a Esparza tras reclamar una falta daba oxigeno a Valladolid, que anotaba el tiro libre y seguía sumando sin parar (53-48), pero Amivel volvía a tirar de heroica y con un 0-7 le daba la vuelta al partido a falta de algo menos de tres minutos para el final (53-54). Cuando mejor lo tenían los de Paco Aguilar empezaron a fallar las fuerzas, con errores infantiles en ataque y poniendo la victoria en bandeja al equipo local, que se llevó el último partido de liga por 57-54.
