Alberto Montero ha presentado una carta en la que anuncia que dimite como secretario general de Podemos de Málaga, puesto orgánico que ha simultaneado con ser diputado de Unidos Podemos en el Congreso por la provincia.
Montero, a través de una carta de renuncia ha remarcado que, aunque llevaba tiempo meditando la decisión, el «impulso definitivo» se lo ha dado el hecho de que Málaga no se reparta los puestos de salida de la confluencia –Podemos e IU– de cara a la lista al Congreso, que encabezará el líder de IU, Alberto Garzón.
Ha recordado, de igual modo, que fue elegido diputado en la XI legislatura encabezando la lista de Podemos al Congreso por Málaga, cuando en diciembre de 2015, el partido naranja sacó dos diputados por Málaga e Izquierda Unida ninguno.
Posteriormente, ha continuado, el 26 de junio de 2016 volvió a encabezar la lista al Congreso por Málaga, en este caso bajo Unidos Podemos, donde volvieron a sacar dos diputados, él y la diputada de IU Eva García Sempere, de la que ha dicho tener «buenas palabras».
«Nos hemos esforzado porque nuestro tándem funcionara políticamente y por ofrecer hacia la militancia de base de ambas organizaciones imagen de unidad, de trabajo conjunto y de necesidad de aparcar las diferencias para reforzar lo común», ha dicho, añadiendo, en este sentido, que este mensaje «no se sustenta sobre mi cuestionamiento del acuerdo firmado entre Podemos e Izquierda Unida y que dio lugar a Unidos Podemos», ya que, ha precisado, «en nuestro caso creo que el acuerdo sirvió para sumar o, al menos, yo así lo he vivido».
No obstante, ha dejado claro que «esto es una cosa y otra es que, con independencia de qué organización encabece la lista, que es algo que siempre puede ser objeto de debate político, no se repartan los previsibles puestos de salida entre las organizaciones que integran la confluencia, como ocurrió en las anteriores elecciones».
A juicio de Montero, que IU encabece la lista por Málaga con Alberto Garzón y Eva García «es una afrenta a la militancia de Podemos de toda la provincia que esta no se merece después del ímprobo trabajo desarrollado, por ejemplo, en todos los municipios de la costa oriental y occidental o en la propia ciudad de Málaga».
Así, aunque ha afirmado que no pone en cuestión el «magnífico trabajo» realizado por Garzón durante estos años en el Congreso «ni su derecho a encabezar la lista por Málaga si así lo deciden las direcciones de ambas formaciones» y tampoco la de García Sempere, «que he tenido la suerte de conocer en primera persona»; sí cuestiona «el hecho de que, hasta donde yo sé, Málaga sea la única provincia de España sin un candidato o candidata de Podemos en puestos con opciones reales de salida».
Por ello, ha dicho comunicar su dimisión como secretario general de Podemos Málaga «con la tranquilidad que supone haber decidido no presentarme a las primarias de Podemos y, por lo tanto, no ser parte implicada en la disputa por los puestos en dicha lista».
Así, también ha aludido «al asombro» que le genera que desde la dirección andaluza de Podemos y desde la Coordinadora Territorial de Málaga «no se haya cuestionado la decisión de que los dos posibles puestos de salida en Málaga sean para Izquierda Unida» y al «sentido de responsabilidad que creo que se debe reclamar de quienes ostentamos cargos orgánicos del máximo rango a nivel provincial y, por lo tanto, a quienes nos corresponde dar la cara por nuestra militancia».
En este punto, ha reconocido que «es cierto que llevaba tiempo meditando esta decisión», pero ha afirmado que estos acontecimientos «le han dado un impulso definitivo», anunciando que «así lo he comunicado a la dirección andaluza para que articule los mecanismos necesarios para mi relevo».
Por último, en la misiva ha agradecido a la militancia y «a muchas personas concretas de la misma, a las que excuso nombrar porque ellos y ellas saben quiénes son», toda su confianza, su apoyo y su cariño durante estos años. «Espero haber estado a la altura de sus expectativas y de su esfuerzo», ha concluido.
