Un video muestra el momento en que elementos de Policía apunta con armas a una familia, debido a que una menor tomó una muñeca con valor de $0.99 centravos de una tienda con precios de «todo a un dólar».
El 29 de mayo, Dravon Ames y su novia, Iesha Harper, fueron a la tienda “Family Dollar Store” con sus dos hijos, London de 1 año e Island de 4, pero la menor se llevó una muñeca sin que sus padres se dieran cuenta.
En una reacción, considerada excesiva, oficiales siguieron a la familia y la acorralaron en el estacionamiento de un complejo de apartamento frente a los niños; detienen a la madre en medio de gritos mientras carga a su bebé. El exfiscal general de Arizona, Thomas Horne, ahora representa a Ames y Harper y exige 10 millones de dólares por el uso excesivo de fuerza.
El video recientemente publicado de los agentes de Phoenix es parte de las pruebas y el Departamento de Policía de Phoenix dijo que el jefe de la policía estaba “perturbada por el lenguaje y las acciones” de los oficiales, y la alcaldesa de la ciudad pidió su destitución.
“No hay una situación en la que este comportamiento sea aceptable”, dijo la alcaldesa en un comunicado publicado en Twitter el sábado. “Como madre, ver a estos niños colocados en una situación tan aterradora es más que molesto”.
En las imágenes que circulan en redes sociales se ve a una unidad de patrulla de la Policía que siguió al coche de la pareja, y una vez que la familia entró en el complejo de apartamentos, un oficial se acercó al vehículo con su arma desenfundada y abrió la puerta principal para detener a la mujer.
“¡Voy a dispararte en tu cara!”, gritó un agente. Todo ocurrió frente a los hijos de la pareja, que estaban en la parte trasera del vehículo.
El primer oficial sacó a Ames, de 22 años, del vehículo, empujó su cabeza contra el suelo, lo esposó y gritó que Ames debía seguir las órdenes, según publica The Washington Post.
Una vez que Ames fue esposado y metido a la patrulla, los oficiales volvieron a centrar su atención en Harper y los niños.
Los dos oficiales apuntaron con sus armas a Harper, de 24 años, visiblemente embarazada, y con uno de sus hijos en brazos.
“Él le dijo que pusiera al bebé en el suelo, lo que ella no estaba dispuesta a hacerlo porque el bebé no podía caminar”, indica la demanda.
