Vídeo: Felipe VI afirma que los «principios éticos y morales» están por encima de «consideraciones familiares»

El rey llama a preservar los «principios éticos y morales» que «obligan a todos, sin excepciones».

El rey Felipe VI ha llamado a preservar, junto a los «principios democráticos» y el «cumplimiento de las leyes», los «principios morales y éticos que los ciudadanos reclaman» y que, a su juicio, obligan «a todos, sin excepciones» y están «por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales y familiares».



«Así lo he entendido siempre en coherencia con mis convicciones, con la forma de entender mis responsabilidades como jefe del Estado y con el espíritu renovador que inspira mi reinado desde el primer día«, ha señalado el rey en su tradicional discurso navideño, el más esperado y con mayor expectación desde que comenzó su reinado, tras un año más que difícil para la Monarquía, después de que el rey Juan Carlos I se fuera de España ante la «repercusión pública» de las investigaciones sobre sus finanzas.

Con este discurso- el séptimo en Navidad- Felipe VI ha dado un paso más en esa distancia que ha ido marcando con el exjefe de Estado– que finalmente pasará la Navidad en Emiratos Árabes- y al que en este momento la Fiscalía del Tribunal Supremo le investiga en tres piezas por irregularidades fiscales, posibles comisiones por el AVE a La Meca y una presunta fortuna en un paraíso fiscal en la isla de Jersey. Todo ello en medio de la reciente regularización fiscal del emérito a Hacienda de 678.393,72 euros para evitar incurrir en un delito fiscal, el que supuestamente no cubriría la inviolabilidad que tuvo hasta su abdicación en 2014.

«Necesitamos preservar los valores éticos que están en las raíces de nuestra sociedad. Ya en 2014 en mi proclamación ante las Cortes Generales me referí a los principios morales y éticos que los ciudadanos reclaman de nuestras conductas, unos principios que nos obligan a todos, sin excepciones, y que están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales y familiares», han sido las palabras exactas del rey, en el cierre de un año que comenzó con la renuncia por su parte a la herencia de su padre, al que retiró además la asignación pública del Presupuesto de la Casa del Rey.

«Ni el virus ni la crisis económica nos van a doblegar»

Esta ha sido la única referencia, aunque velada, a la delicada situación del rey Juan Carlos I en un discurso dedicado casi en su totalidad al coronavirus y a los efectos de la pandemia en la sociedad española.

Vestido con traje gris marengo y corbata azul, Felipe VI ha elegido una escenografía con un ejemplar de la Constitución y una fotografía del homenaje de Estado a las víctimas del COVID-19, a la derecha; y un nacimiento y árbol de navidad, a su izquierda. Las banderas de España y la Unión Europea y los cuadros habituales del Salón de Audiencias han completado la decoración alrededor del monarca.

En el arranque, el recuerdo para los «miles de hogares» con un «vacío imposible de llenar por el fallecimiento de sus seres queridos» como consecuencia de una pandemia que roza en España los 50.000 fallecidos, según las cifras de Sanidad, aunque el exceso de mortalidad detectado alcanza las 70.000 en lo que va de año; como también el mensaje de ánimo para los ciudadanos que luchan contra la enfermedad o sus secuelas desde sus casas, hospitales y residencias.

«Ni el virus ni la crisis económica nos van a doblegar», ha señalado el rey, para instar a no caer en el «desánimo» y la «desconfianza» y hacer una llamada a afrontar el futuro «con determinación y seguridad en nosotros mismos», tras un 2020 «duro y difícil», que ha «afectado gravemente a la economía, paralizando o destruyendo empresas». El monarca ha señalado que el coronavirus ha traído la «angustia del desempleo, la precariedad y no poder cubrir las necesidades básicas o la tristeza de tener que abandonar un negocio al que habéis dedicado vuestra vida» y ahora España se enfrenta al reto, ha dicho, de «evitar que la crisis económica derive en crisis social».

Para ello, Felipe VI ha apelado al «gran esfuerzo colectivo» para afrontar los «enormes, pero no insalvables» retos económicos, sanitarios y sociales que ha definido como «el gran objetivo nacional que a todos nos debe unir». Y ha puesto en valor el «coraje» y «nervio» del país para hacer frente a situaciones adversas «con unión y esperanza».

En referencia a los jóvenes afectados por un «altísimo nivel de desempleo» en pandemia ha dicho: «Nuestra juventud merece tener la formación más adecuada, crecer personal y profesionalmente, y poder llevar a cabo sus proyectos. España no puede permitirse una generación perdida«. Para poner el énfasis después en la necesaria protección para «los más vulnerables» y a los que sufren las desigualdades. «Es una cuestión de dignidad», ha afirmado.

El rey ha querido también destacar la luz al final del túnel con la «esperanza» puesta en la vacuna- «la superación de la enfermedad llegará gracias a la ciencia y a la investigación»- pero mientras tanto, ha apelado a la «responsabilidad individual» y a «no bajar la guardia» para frenar los contagios.

No ha faltado en este mensaje un agradecimiento a los sanitarios de los que ha destacado su «enorme esfuerzo, extraordinaria profesionalidad y gran humanidad» y que «hicieron frente a los primeros embates de la pandemia» en «situaciones extremas y desbordamiento en algunos hospitales»; y que ahora siguen «con una gran carga emocional y física sobre sus espaldas». Ha destacado además el ejemplo de la sociedad «que ha mantenido España en pie» y que con «entereza, responsabilidad y serenidad» ha afrontado una situación tan adversa.

«Los servicios públicos y básicos como las empresas en servicios esenciales han funcionado bien, procurando poner todos los medios a su alcance. La pandemia nos ha revelado aspectos que necesitan ser mejorados y reforzados, pero también nos muestran fortalezas», ha añadido en su mensaje a los españoles.

Defiende una Constitución que «todos tenemos el deber de respetar»

Y en un momento de «incertidumbre» como consecuencia de la pandemia, el rey ha destacado el papel del sistema de convivencia democrática que representa la Constitución que «todos tenemos el deber de respetar» y que ha definido como un «éxito de y para la democracia y la libertad» y el «fundamento de convivencia social y política».

Ha añadido que la Carta Magna representa el «reencuentro y el pacto de los españoles» después de un largo periodo de enfrentamientos y divisiones, y supone «el resultado de querer mirar juntos hacia el futuro unidos en los valores democráticos y el respeto a la pluralidad y a las diferencias».

Ha puesto en valor la capacidad de dialogar y alcanzar acuerdos sin hacer una mención expresa, como si hizo en otros años, a la unidad política en un año en el que precisamente la Monarquía ha estado en el foco con un gobierno de coalición que, por primera vez en la historia, ha lanzado duros ataques a la institución, desde la parte de Unidas Podemos, que llama de forma abierta a avanzar hacia la República, frente a la defensa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha insistido durante todo este 2020 en que «la Monarquía no está en peligro».

El rey, en el cierre de su discurso de Nochebuena, ha apelado a un país «construido gracias a muchas generaciones de españoles»: «No somos un pueblo que se rinda y se resigne, no va a ser fácil, pero vamos a salir adelante con esfuerzo, unidad y solidaridad«. «Yo, como rey, estaré con todos y para todos, no solo porque es mi deber y mi convicción, sino también porque es mi compromiso con todos vosotros», ha dicho, de cara a un 2021 «lleno de esperanza».

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